domingo, 26 de junio de 2016

Apología y petición



Esta noche electoral leo en Facebook un comentario de Rodolfo Serrano que dice que: "En esta noche triste leer a Gil de Biedma, que ya lo dijo todo y si algo no dijo se puede añadir: no importa la corrupción, el robo, la utilización de los mecanismos del Estado. Para qué preocuparse si al final el PP ganará".

Pocos minutos después le leí a un compañero de la infancia que burlándose de Unidos Podemos, sacando pecho a toro pasado, se seinte orgulloso de ser español a causa de esta noche electoral.

Para no tener que enfadarme con ningún compañero ni de ahora, ni de la infancia, desde el principio decidí que ni escribiría ni opinaría ni respondería a ningún comentario de contenido político en Facebook.

Intento convencerme a mí mismo de que estoy tan asqueado de la política que he perdido todo interés en ella, que me da igual quien gané porque sé que todo va a seguir igual o un poco peor.

Medio me fui y medio me echaron del PSOE porque vi como poco a poco el "felipismo" se comía la S de socialista y engullía la O de obrero. A González se le ve ahora entrado en kilos, luciendo yates y cobrando de una multinacional. Llegaron a decirme en el que yo pensaba era mi partido, el socialista, que mi sitio estaba en Izquierda Unida con los "radicales" de Anguita.

Desencantado y decepcionado de la política, sigo en la distancia cada nueva noche electoral. La de ayer apuntaba a nuevo retroceso de los grandes partidos y a que, por fin, se produciría un relevo en el liderazgo de la izquierda. Las encuestas, todas, escaño arriba, escaño abajo, coincidieron en esto desde que se convocaron estas elecciones repetidas hasta que se hizo público el sondeo a pie de urna pocos minutos después de la media noche, hora peninsular. Sin embargo, todo fue un espejismo, una broma de mal gusto, una sonrisa congelada.


Suerte que mi hijo aún no sabe ni lo que es España. Si fuera un poco más mayor, me costaría mucho explicarle que aunque en España se quiera presumir de democracia no todos los votos valen lo mismo, que casi 8 millones de votantes han votado a un partido con Caja B, con casos de corrupción a diestra y siniestra, que ha favorecido, en tiempos de crisis, terrible crisis para la mayoría, la multiplicación de las grandes fortunas,que mantiene el aforamiento y los privilegios de altos dirigentes imputados por corrupción y que utiliza estrategias para desacreditar a los rivales políticos propias de una mala película de gangsters.

Cómo le explicaría a mi hijo que son algo menos de 14 millones los que han votado a otras 3 opciones políticas que se consideran progresistas y reformistas y que estas tres fuerzas políticas probablemente no consigan ponerse de acuerdo para gobernar de forma diferente, para intentar conseguir que en el futuro valgan lo mismo los votos de todos los españoles.


Me voy a la cama con la foto de la celebración de Génova y apenas puedo dormir cercado por las pesadillas. Me duele esa fotografía de un triunfo irreal, la victoria del miedo, porque me cuesta muy poco imaginar que en esa celebración se escuchará aquello de: "que se jodan" y que con la sonrisa dentuda cierto es que tendrán millones de motivos para reírse y su risa tendrá el sonido de la maquinaria que sigue haciendo a los ricos más pobres y a los pobres... qué se yo en que se van convirtiendo los pobres.


Dice Rodolfo Serrano que Gil de Biedma ya lo dijo todo o casi todo. Además lo dijo con belleza, ésa de la que Ramón Trecet decía: "es la única protesta que vale la pena en este asqueroso mundo".


Apología y petición


Y qué decir de nuestra madre España,
este país de todos los demonios
en donde el mal gobierno, la pobreza
no son, sin más, pobreza y mal gobierno,
sino un estado místico del hombre,
la absolución final de nuestra historia?

De todas las historias de la Historia
la más triste sin duda es la de España
porque termina mal. Como si el hombre,
harto ya de luchar con sus demonios,
decidiese encargarles el gobierno
y la administración de su pobreza.

Nuestra famosa inmemorial pobreza
cuyo origen se pierde en las historias
que dicen que no es culpa del gobierno,
sino terrible maldición de España,
triste precio pagado a los demonios
con hambre y con trabajo de sus hombres.

A menudo he pensado en esos hombres,
a menudo he pensado en la pobreza
de este país de todos los demonios.
Y a menudo he pensado en otra historia
distinta y menos simple, en otra España
en donde sí que importa un mal gobierno.

Quiero creer que nuestro mal gobierno
es un vulgar negocio de los hombres
y no una metafísica, que España
puede y debe salir de la pobreza,
que es tiempo aún para cambiar su historia
antes que se la lleven los demonios.

Quiero creer que no hay tales demonios.
Son hombres los que pagan al gobierno,
los empresarios de la falsa historia.
Son ellos quienes han vendido al hombre,
los que le han vertido a la pobreza
y secuestrado la salud de España.

Pido que España expulse a esos demonios.
Que la pobreza suba hasta el gobierno.
Que sea el hombre el dueño de su historia.

Jaime Gil de Biedma

jueves, 23 de junio de 2016

Liga 33





     El año pasado el Madrid de Pablo Laso, mi Madrid de baloncesto, hizo un pleno y ganó todos los títulos posibles. Los madridistas, siendo ,como somos, los hinchas de los mejores equipos de la historia de futbol y baloncesto (hagamos en el caso del baloncesto como que la NBA no existe); no estamos acostumbrados a eso de ganarlo todo en un año. A mí, personalmente, me parece que no se puede ganar todo o ser el mejor en todo. Además, después de ganarlo todo sólo queda empezar a perder. 
     Y con ese sentimiento bien metido en el cuerpo empezó esta temporada. Con la certidumbre de que no se podía repetir lo del año anterior y con mucho cansancio acumulado por culpa del Mundobasquet de selecciones; el Madrid de Pablo Laso empezó con muchas irregularidades en el juego, con la sensación de haber acabado de acertar en los fichajes y con unas inoportunas lesiones que terminaron por hacerle cosechar muchas más derrotas de las previstas en el más pesimista de los pronósticos. 
     Lejos del primer puesto en la Liga y clasificado por los pelos para la segunda fase de grupos de la Euroliga, la temporada parecía apuntar a un año de transición, a una mala resaca de la borrachera de títulos de la anterior y una horfandad de títulos bastante previsible. En esa época los mensajes en Facebook de un conocido de las vacaciones en Marina Rey apuntaban a catástrofe total, a hacer limpia en la plantilla y al adiós de Pablo Laso. 
    Pero resulta que el Madrid empezó a recuperar lesionados y confianza y acabó ganando, contra pronóstico, la final de la Copa del Rey (véase, si es de interés, un capítulo anterior de este cuaderno virtual). En la Euroliga la cosa, por el contrario, no mejoró. El Madrid volvió a obtener la última plaza que daba acceso a los cruces y le cayó en suerte para nuestra desgracia uno de los grandes favoritos de esta edición. 
    Sin Final Four, la Copa del Rey ganada pareció perder todo valor y los agoreros volvieron a hablar de "limpia" en la plantilla y temporada catastrófica. El bueno de Pablo Laso, el gran Pablo Laso, dijo que la eliminación, sin duda dolorosa, vendría bien para preparar el final de temporada y la lucha por el título liguero. Pocos le creyeron. 
     En pocas semanas el Madrid escaló hasta la segunda posición y ganó en el Palau y la Fonteta. Por los excesos del fútbol en este final de temporada: la Undécima de Milán y el inicio de la Eurocopa de Francia, reconozco no haber visto del play off nada más que el último partido: el definitivo. El Madrid de Pablo Laso, enorme Pablo Laso, cayó de un solo punto en el primer partido de la serie en el Palau y ganó los tres siguientes con un juego más que solvente y resultados relativamente cómodos. Hasta ayer ningún equipo había conseguido remontar el primer punto desfavorable en una eliminatoria final. El Madrid de Pablo Laso, mi Madrid de baloncesto continúa haciendo historia gracias a tipos como Felipe Reyes, Llull, el Chacho, Rudy, Ayón y Carroll.

   

     Qué me gusta el baloncesto! Hala Madrid y nada más!


martes, 14 de junio de 2016

No te muevas


     Quizá porque la vi sin conocer nada de su argumente, sin esperar mucho más que una buena interpretación de Penélope Cruz, No te muevas me sorprendió. Me encantó desde el primer fotograma: casos circulatorio detenido bajo la lluvia en cuyo centro se adivina una tragedia.

El libro vino después y también me encantó.


Relectura para reencontrarme con Mazzantini antes de leer por primera vez La palabra más hermosa.

Volver a ver la película:

El libro está escrito en primera persona y narra tanto las acciones como los pensamientos de Timo. En la película Sergio Castellito no cae en el recurso de la voz en off y solventa con gran creatividad (mensaje en la playa He violado a una mujer) y dirigiendose a la señora de la limpieza del edificio de enfrente, mientras su esposa habla por teléfono, le confiesa que ha dejado embarazada a una pobre chica.

La presencia de Italia en el principio y final de la película en forma de espíritu que sólo Timo ve, la imagen final del zapato rojo.

lunes, 6 de junio de 2016

Winter song


     El pasado 31 de mayo, al mismo tiempo que el documental Skøyteglede, presentamos el videoclip de Winter song. Después de muchos intentos aplazados: unas veces por causas climatológicas y otras por difícil conciliación de agendas, y cuando parecía que este año tampoco podríamos grabar el videoclip; a finales de marzo se abrió una ventana de oportunidad que Ole Johannes, Per y yo decidimos aprovechar sí o sí. 
    
     La idea original era grabar el vídeoclip en tres partes: la banda, los actores y mas de cincuenta figurantes bailando sobre el hielo y cantando el tema. Un domingo a finales de marzo, puede que incluso a primeros de abril. No recuerdo bien la fecha y me da pereza abrir el Facebook para concretarla. Lo que sí que recuerdo perfectamente es que era un domingo y que nevaba sin parar. 
Cuando llegué al lago, pensando en una, otra más, posible suspensión de la grabación; me encontré con Geir conectando el equipo de música que utilizaríamos para el playback. Poco después llegaron Ole Johannes y el resto de los músicos. Como la nieve no parecía dispuesta a ofrecernos una tregua, bajo los persistentes y finísimos copos que caían del cielo, fuimos transportando los instrumentos hasta la orilla helada del lago Setten. Tras una arrancada con dudas y un paraguas protegiendo la cámara, grabamos el 14 ó 15 tomas, todas desde trípode a causa de la nieve, durante un par de horas y tanto la banda como yo quedamos bastante satisfechos con el material obtenido. 




     Un par de fin de semanas más tarde, nuevamente en domingo, quedamos con dos profesores del instituto local y eventuales actores para grabar la secuencia de ficción. El grosor de la capa de hielo había ido desapareciendo poco a poco y la superficie que todavía era segura y apta para patinar no era más que una cada vez más estrecha franja de no más de 10 metros de anchura. Aunque el cielo estaba bastante encapotado, por suerte no nevaba. La secuencia no daba para más que una pequeña historia, quizá de juego y seducción entre dos desconocidos. 




     Al igual que el rodaje, la presentación del vídeoclip se ha ido retrasando por motivos varios. Ole Johannes, el compositor y solista del tema, y yo coincidimos en que es un poco raro presentar este videoclip invernal en los días más soleados y calurosos de este inicio de verano noruego. A pesar de que nos fallaron los extras para la secuencia de masas, fastidiándome el climax final del vídeo imaginado; el resultado nos deja moderadamente satisfechos y todas las partes implicadas en este trabajo "algo pionero en nuestra kommuna" citando palabras de Ole Johannes; nos sentimos felices de poder enseñarlo y compartirlo. 



                               


lunes, 23 de mayo de 2016

La Champions


     En mayo de 1998 ya vivía en Barcelona. Llevaba los suficientes meses en la ciudad como para poder moverme por ella con total comodidad. En mayo de 1998 el Real Madrid, mi Madrid, continuaba siendo el equipo con más Copas de Europa en su palmarés; y eso a pesar de no ganarla desde el año 66.
     En mayo de 1981 yo tenía 9 años y un madridismo incipiente e indoloro. En mayo de 1981 el Madrid volvió a jugar una final de Copa de Europa: el rival fue el Liverpool y el resultado 1-0 a favor del equipo británico. De aquella primera final de Copa de Europa de mi vida guardo el recuerdo claro de verla junto a mi padre en el salón de nuestro piso de la Calle Escritor Pedro Messia, y el recuerdo equivocado del momento y del autor del gol que nos derrotó. Siempre creí que el gol había sido al principio del partido y ahora descubro en google que fue exactamente en el minuto 82, y que fue un tal A. Kennedy quien nos marcó y no el "maldito"Kenny Dalglish como yo pensaba.

     Volviendo al mayo de 1998 en que el Real Madrid, mi Madrid, por fin volvía a disputar una final de Copa de Europa, recuerdo que yo había pasado todo el día paseando por Barcelona y buscando localizaciones para las prácticas finales de mi primer año en el CECC. Serían poco menos de las seis de la tarde cuando un compañero, dada la cercanía de la Filmoteca de Catalunya y lo asequible de su precio, propuso ir a ver una película. Intenté, sin mucho éxito, explicar que el Real Madrid, mi Madrid, jugaría poco menos de tres horas más tarde una final de Copa de Europa. Me despedí y enfilé por la Diagonal camino a casa. Caminé convencido de que la derrota era segura y de que en realidad eso no era el peor de los males si se producía de forma honrosa y no con una goleada de escándalo. Estaba convencido de que nuestro momento de gloria en esa Copa de Europa había sido la victoria en semifinales (momento que se produjo coincidiendo con un concierto de Kitaro en el Palau Sant Jordi al que acudí con transistor en el bolsillo y un pinganillo en la oreja). Con la tranquilidad que da la certeza de la derrota, llegué a mi piso de estudiantes, en el que por el mes de mayo de 1998 el ambiente era aún respirable, hasta tal punto lo era que un excéntrico compañero de piso me había ofrecido la posibilidad de colocar su televisión (la única que había en la casa) en la puerta-frontera de su dormitorio-reino para que yo pudiese ver el partido; evitándome así el bochornoso suplicio de ver nuestra segura derrota en algún bar de la zona, territorio obviamente culé.

     Con el paso de los minutos la certeza de una derrota se fue convirtiendo en la certeza, sólo, de un digno papel y en la posibilidad, en la esperanza, en el que quien sabe si... al final ganamos. Y con el crecimiento de esa posibilidad mis nervios se fueron disparando hasta hacer explosión décimas de segundo más tarde del momento que recoge la fotografía de abajo. Resultó que la todopoderosa Juve de Zidane no era invencible y un gol de Mijatovic en el minuto 67 dejó KO al equipo turinés. Me recuerdo perfectamente corriendo como un poseso pasillo arriba y abajo de mi piso de estudiantes y gritando como loco por la ventana que daba al patio comunal de la manzana de aquel piso de la Calle Bailén, entre Mallorca y Valencia.
     Terminó el partido con aquel solitario gol de Mijatovic, el Real Madrid, mi Madrid, ganó su Séptima Copa de Europa, yo me fui tranquilizando poco a poco, me duché, me vestí y me di el capricho de ir a la Fuente de Canaletas a celebrar en silencio que tras aquel partido en el Amsterdam Arena volvíamos a ser los mejores de Europa.




     En mayo del año 2000, hacía tiempo que el ambiente irrespirable de mi piso de estudiantes me había llevado a alquilar un piso en la calle Marina, también entre Mallorca y Valencia. En mayo del año 2000 Barcelona era como mi casa, me había convertido en un aspirante a director de fotografía con cierto prestigio entre mis compañeros y el Real Madrid, mi Madrid, había llegado de nuevo a una final de Champions.
     Esta vez el rival era el Valencia, merecido campeón de la Liga y un rival temible al que muchos daban por favorito para la final. Invité a unos cuantos compañeros de rodajes del CECC, todos manifiestamente culés y claramente antimadridistas. Recuerdo que preparé agua de Valencia y paella y que estaba absolutamente convencido de que íbamos a ganar. Décimas de segundo más tarde del momento que recoge la fotografía de abajo Raúl, eterno capitán de mi Madrid, marcaba el tercer gol y, por respeto a mis invitados, todos ellos en estado de shock y duelo; más que desatarme la euforia me dibujo una enorme sonrisa de felicidad futbolera que desarmó a alguno de los culés presentes en mi casa quienes,terminado el partido, me felicitaron de forma sincera.
     En mayo del año 2000 el Real Madrid ganaba la Octava en el Parque de los Príncipes de París.




     La Novena me pilló fuera de casa. En mayo del año 2002 yo estaba en Valladolid trabajando como ayudante de cámara en un vídeo promocional de Castilla León que sería proyectado en el Metropolitan de Nueva York. Mi relación con el director de fotografía nunca fue fluida por culpa de una serie agujeros en la lista de material que no llevé porque mi productora consideró innecesarios. La tarde de la final mi director de fotografía creo que con ánimo de putear, me dejó con el director grabando los últimos planos de la tarde en un convento vallisoletano, mientras él se iba a mirar una localización para el día siguiente. Intenté no pensar en la cascada de minutos que se despeñaba a gran velocidad hacia la hora del partido. Intenté ser paciente con los deseos del director y grabar el mejor plano posible. Ayudé a recoger a los eléctricos y auxiliares, obviamente todos culés; y al subir a la furgoneta de cámara me di cuenta de que el partido acababa de empezar. De camino al hotel con la radio a todo volumen llegó el gol de Raúl. Siendo Valladolid territorio en principio no hostil, saqué el cuerpo por la ventanilla de la furgoneta y sentado en la ventanilla grité como loco acompañado por los pitos de los coches y los gritos de celebración que salían de los bares. La alegría duró poco, sólo cinco minutos después empató el Bayern Leverkusen. Cuando llegué al hotel se cumplía la media hora de partido, el resultado era de empate a uno, yo me pedí una cerveza y busqué una silla libre para ver la hora que quedaba de partido.
     Pocos segundos antes del momento que recoge la fotografía de abajo, Roberto Carlos había enviado un melón (según su propia descripción del horroroso centro que hizo) y pocas décimas de segundo después Zidane convirtió el melonazo en una obra de arte que mi hermano me regaló en forma de figura de plástico y que Kevin guarda en su cuarto. Valladolid, territorio no hostil en los futbolero, y yo estallamos de júbilo. Al final del partido apareció la figura casi infantil de un portero de leyenda evitando el empate del Bayern en el Hampden Park de Glasgow.





     En mayo de 2014 Matías estaba a punto de cumplir su primer año y el Real Madrid, mi Madrid, volvía por fin a una final de Champions. En mayo de 2014, lo recuerdo perfectamente, la final coincidía con el día de María Auxiliadora, se jugaba en Lisboa y el rival era el Atlético de Madrid. Primera vez en la historia que dos equipos de una misma ciudad, Madrid, protagonizaban una final de Champions. Vinieron a compartir mesa y mantel, sobremesa, risas y nervios Jose y Mayte, malagueños y merengues; y Vitor y Lina portugueses y fans de Ronaldo.
     El partido se abrió con una cantada del portero de la novena, ya no tan niño, ya no tan ángel. Como quien no quiere la cosas, casi sin enterarnos llegó el descanso. En la segunda parte el Real Madrid salió con mas intensidad, encaró lo que quedaba de partido con mucho más empuje y juego y poco a poco fue acorralando al Atleti en su área. Los minutos iban cayendo, ahora sí que en cascada vertiginosa y el gol no llegaba. Se movía el partido en el territorio en el que Atleti se ha hecho experto. La pizarra del Cholo Simeone se imponía a la de Carletto Ancelotti. Por las continúas interrupciones y perdidas de tiempo del Atleti, el árbitro decretó 5 minutos de tiempo añadido.
Que si me acordé de mi padre, por supuesto, me acuerdo cada día. Pocos segundos antes del momento que recoge la fotografía de abajo, miré la fotografía en blanco y negro de mi padre joven y pensé en él, que quizá en el cielo estaría viendo el partido junto a Juan Gómez; y le dije a él y a Juanito y a María Auxiliadora también (pa que negarlo) que todo estaba bien, que lo más bonito y lo más grande ya lo tenía en casa, que fútbol es sólo fútbol y que, que coño lo bonito que sería ganar esta final. Pocos segundos después de este pensamiento tan ingenuo como sincero, Sergio Ramos marcaba el gol del empate y yo salía corriendo a la terraza gritando a pleno pulmón a la noche de Bjørkelangen.
     El Atleti se vino abajo en la prórroga y el resultado final fue de 4 a 1. No canté el resto de los goles porque Matías estaba dormido. Pensé que mi padre quizá lo estaría celebrando en el cielo con Juan Gómez y algún madridista más.




     El vídeo de abajo resume la historia de la Décima del Real Madrid. 


                       


Dijeron que pasarían años hasta que volviese a darse una final entre equipos españoles, que era muy difícil que una final entre dos equipos de una misma ciudad volviera a repetirse, que era casi imposible que Real Madrid y Atleti volvieran a enfrentarse para conseguir la Champios y, mira por donde, el sábado volvemos a tener, ahora en Milán, la final de Lisboa. 

jueves, 28 de abril de 2016

Expiación





     Desde el comienzo de 2016 publico en mi muro de facebook una fotografía de cada libro que leo. La fotografía de arriba la hice en la Kulturhus de Lillestrøm entre la primera y la segunda sesión del espectáculo "Skedsmo Voices. The movie" que estaba grabando. Durante las pausas pude empezar a leer las primeras páginas. Al terminar la segunda función, Erik entró en la sala para ayudarme a cargar los trípodes. Se alteró mi rutina y al guardar el equipo dejé olvidado el libro entre el asiento y el respaldo de una butaca. Camino de casa, conduciendo, vi claramente la fotografía mental de la maleta de cámara. En ella faltaba el libro. Al día siguiente, domingo, Nathaly llamó al teatro: nadie tomó el teléfono, no había función ese día. El lunes a primera hora volvió a llamar y le comentaron que avisarían al equipo de limpieza. Por la tarde nos llamaron del teatro: lo habían buscado pero el libro no había aparecido. Aunque se trataba de una modesta edición y de un libro que ya había leído hace unos años, no oculto que la noticia de su pérdida me fastidió bastante. De inmediato dejé anotado en el calendario que una de las primeras cosas que haría al llegar a Córdoba en verano sería comprar un nuevo ejemplar de Expiación. Al día siguiente borré la anotación: volvieron a llamarnos del teatro con la noticia de la aparición del libro.
     Hace muchos años, en el Gran Teatro de Córdoba, dejé olvidada la cartera en mi butaca después de ver la película Vértigo de Alfred Hitchcock. En aquella ocasión sólo tuve que esperar al día siguiente para recuperarla intacta. Un tercer caso similar llevaría a formular la hipótesis de que no los ladrones no se pasean por los teatros.




     Después de haber sido un espectador compulsivo, un consumidor "omnívoro" de películas: nada me importaban épocas, géneros, directores o reparto; dejé, casi de golpe, de ir al cine. Durante mis últimos años de cámara, recorriendo Catalunya; y durante todo el tiempo en que fui realizador de programas de televisión de corte documental apenas pisé una sala de cine en Barcelona. Quizá fuese la trilogía de El Señor de los Anillos una de las pocas excepciones. Es probable que viviendo la profesión desde dentro, creando secuencias y diseñando programas, perdiese durante un tiempo el interés por las películas.
     Cuando venirme a vivir a Noruega era ya un plan bastante definido, volví a ir al cine durante los meses que restaban hasta mi partida. Si bien es cierto que nunca con la avidez y pasión con la que acudía al cine en Córdoba para no naufragar entre códigos y decretos, sí que volví a disfrutar de un buen puñado de películas en soledad.

     Recuerdo perfectamente que la primera de esas películas previas a mi vida en Noruega fue Expiación. Desde el primer minuto supe que estaba viendo una gran película: los primeros planos, la fotografía, la música, el sonido de la máquina de escribir, la narración discontinua… Como había entrado al cine, el Renoir Floridablanca junto al Mercat de Sant Antoni, sin haber leído siquiera una sinopsis del argumento; me sorprendió el abrupto salto temporal hasta los primeros años de la II Guerra Mundial. El plano secuencia de las playas de Dunkerke en plena retirada del ejército británico en el año 1940 me pareció, y me sigue pareciendo, magistral. Un nuevo salto temporal, un reencuentro con un personaje capital y la historia sigue avanzando hasta el golpe final, un puñetazo directo al estómago, un final sorprendente que da sentido al título de la obra.

     De inmediato compré la novela de Ian McEwan que adapta la película. Con el libro, magnífico, descubrí un nuevo autor del que comprar cada nueva novela que publique. Algunos podrían pensar que Joe Wright, director de Expiación, al adaptar con absoluta fidelidad la novela, tuvo un trabajo sencillo. La película, soberbia, transcribe fielmente el argumento pero adaptando la prosa de Ian McEwan a un majestuoso lenguaje cinematográfico. Es posible disfrutar de la misma historia de dos formas diferentes sin que una prevalezca sobre otra, sin que una quede empequeñecida por la otra, sin que una se convierta en una vulgar y mediocre sombra de la otra.

     Poco antes de venirme a vivir a Noruega compré el DVD de Expiación. Volví a ver la película con Nathaly: a mí me siguió pareciendo una obra maestra, a ella no la conquistó. Todavía, digan lo que digan y por mucho que las salas sean cada día más pequeñas,  no se ha inventado un televisor o salón de casa que sea capaz de amplificar las emociones como lo hace "la linterna mágica".

     

                         


     Este mes de abril decidí que era un buen momento para volver a leer a Ian McEwan. Acabo de releer y ver Expiación. Las he vuelto a disfrutar, me han vuelto a emocionar y siguen pareciéndome igual de imprescindibles.

     A Nathaly se le da extraordinariamente bien sorprenderme con viajes. En este momento la prioridad son siempre los viajes de vuelta a Córdoba. Cuando el tiempo y el presupuesto permiten una escapada imprevista, no soy muy de grandes distancias y destinos exóticos. Me queda tanto por visitar en nuestra vieja Europa y en mi querida España.
     Aprovecho el final de Expiación para iniciar una lista de lugares, tal vez no imprescindibles, pero sí que me gustaría mucho poder visitar; algunos de ellos, reconozco, por motivos infantiles. Con los Seven Sisters (la fotografía de abajo) inauguro esta lista desordenada de lugares.





miércoles, 20 de abril de 2016

Komorebi Fortellinger 2016 1.- Val





     Después de algo más de ocho años viviendo en Bjørkelangen, después de poco menos de 7 buscando clientes y trabajando con grupos de teatro, conciertos y pequeños vídeos promocionales y culturales, después de haber conseguido, con mucho esfuerzo y con la ayuda de Nathaly, alcanzar una buena reputación en nuestra comuna; decidí hace algo menos de un año que había llegado el momento de desarrollar proyectos propios, sin soporte económico, sin un objetivo preciso y con unas posibilidades de exhibición precarias y moderadas.

     En este último año he desarrollado un proyecto para realizar un documental sobre el proceso creativo vinculado al paisaje y al entorno. De momento las diferentes solicitudes de subvención no han tenido éxito. Junto a los artistas locales incluidos en el proyecto seguiremos intentando conseguir la financiación necesaria.
     A falta de un par de horas de grabación y algunas fotos y dibujos, tenemos casi a punto de cerrar una demo de 4 minutos acerca de un proyecto documental sobre la F-Ruta: la ruta que siguieron los refugiados noruegos durante la II Guerra Mundial camino de Suecia. En pocas semanas la demo estará terminada y empezaremos con el capítulo de la financiación.
     El proyecto más largo y, en este momento, más estrenaste es un largometraje documental sobre el pueblo que, desde hace algo más de ocho años, habito y alguna de las personas que he conocido. El proyecto, totalmente independiente, estará probablemente terminado dentro de un año. Faltan por grabar 5 personajes y un puñado de secuencias, falta cortar, poner en orden e intercalar las entrevistas; falta por ver, sobre todo, si después de tanto esfuerzo, si después de involucrar a tanta gente, el resultado merece la pena.

     Más de una noche me he ido a la cama con la sensación de estar tocando muchas teclas sin conseguir emitir ningún sonido claro. Demasiados proyectos en marcha sin concretar, sin terminar.
De este ansiedad nocturna nació la idea de los "Komorebi Fortellinger".
     La idea, bien sencilla, nació bastante antes del hallazgo de la palabra que aglutinará en una, confío que larga, serie de pequeñas películas documentales.
   
     La palabra japonesa "Komorebi" define los rayos de luz solar que se filtran entre las ramas y hojas de los árboles. La palabra apareció en plena tormenta de ideas junto a Nathaly. Nos gustó su sonoridad y nos entusiasmó su significado. Como esos mágicos momentos en los que el Sol centellea entre las hojas de los árboles pensamos que son las historias que de a poco iremos recolectando.




     Lawson Vallery, Val para los conocidos y amigos, tiene 73 años y en el momento de su vida que recoge esta pequeña historia está grabando su primer álbum.


                             


     Confío en que algunos de los familiares y amigos íntimos que leen este cuaderno dediquen ocho minutos y medio a esta primera "Komorebi Fortellinger" o Relatos Komorebi y algún instante más en compartir conmigo su opinión.



martes, 19 de abril de 2016

Skedsmo Voices. The movie



   


     Este es uno de esos capítulos breves que no tienen más objetivo que dejar constancia y compartir el showreel de alguno de los espectáculos que grabo. En este caso fue el pasado sábado 16 de abril, fecha en la que se celebraba el cumpleaños de la madre de Nathaly. Como el espectáculo, un bastante completo repaso de grandes momentos de la música en el cine, coincidía con la hora de celebración del cumpleaños; me quedé sin poder asistir a una reunión que luego Nathaly me comentó fue pelín multitudinaria.

     Nathaly y Matías vieron un rato del ensayo general y otra rato del primer show antes de ir a casa de la madre de Nathaly. Hoy colgué este mismo showreel en mi muro de Facebook y recibo el siguiente mensaje de un compañero de colegio:

Estas cosas son las que explican por qué en España nos va como nos va. Mientras que aquí la masa juvenil se vuelve loca por Mujeres-Hombres y todas sus Berzas, GH VIP y otras inmundicias televisivas en otros países hacen cosas como esta que son espectaculares, estoy alucinado viendo el vídeo…  

     Poco que añadir al comentario de mi compañero de estudios de BUP y COU, sólo que viendo el show me entraron muchas ganas de volver a ver algunas películas y de empezar a disfrutar de algunas "asignaturas pendientes".



                              

sábado, 16 de abril de 2016

Un día perfecto







Noche de viernes.
Fernando León de Aranoa
Recuerdos de Bosnia

Gran película: últimos días del conflicto, un conflicto tan sin sentido como las peripecias de los protagonistas en busca de una cuerda (al final la lluvia, soluciona el problema) y las trabas burocráticas.
La sencillez de la ganadera, siguiendo las vacas para sortear las minas.
La dureza de la historia de Nikola

Matías tiene un amigo serbio, Viktor
Hace unas semanas, el último día de Påske  estuvimos en su casa "la guerra siempre la guerra" y carácter balcánico

martes, 5 de abril de 2016

La Maza



El martes 8, mamá pudo salir antes de la famacia y, juntos, fuimos a recogerte a la guardería antes de tiempo. Estabas jugando con Cecilie y tardaste más de cinco minutos en notar nuestra presencia. En esos minutos asistimos, espectadores privilegiados a tu cotidianeidad sin nosotros.

Ve ves y gritas "papá de Matías" y te arrancas a correr hasta mis brazas. Después ves a mamá. Te sorprende verla allí para recogerte. Te repones de inmediato a la sorpresa y le pides que te acompañe para enseñarle tus juegos, tus cositas en la guardería, las cosas que vas aprendiendo a hacer, la forma en que te relaciones con las "tias" y con los demás niños.



El día 26 de abril Silvio toca en el Plaza de Toros de Córdoba.



domingo, 3 de abril de 2016

El baile de la Victoria





El sábado amanece lluvioso. Vamos a la farmacia a primera hora. En el Rema Nathaly me dice que tiene ganas de comer completos.
La perspectiva de pasar desde las 10.30 encerrados en casa viendo la lluvia desde la ventana nos impulsa a visitar el primer loppemarked de la temporada.

Durante la comida hablamos de los completos y le propongo a Erik ver El baile de la Victoria después del partido del Madrid.

Erik finalmente se va casa de su novia.

El clásico se cierra con una victoria inesperada.

Es el primer partido al que Matías le presta algo de atención.

Erik regresa el domingo y retomo la proposición de ver la película



viernes, 25 de marzo de 2016

Viernes Santo


    Se hace raro este Viernes Santo tan lejos de nuestra Semana Santa.

    Ayer invitamos a comer a nuestros amigos portugueses (foto)

    Hoy vamos a la iglesia. No misa. Representación dramatizada de la Pasión a tres voces (foto)

    Kafé Eidsbekken (foto)

    Rey de Reyes

    

    Termino de leer (foto)

    Sale el Sol y la tarde se vuelve luminosa. Nathaly trabaja en un power point y la sensación de extrañeza en este Viernes Santo acrecienta.

     La Passion. La vi junto a Nathaly en mi primer viaje a Noruega. (foto)

sábado, 5 de marzo de 2016

Eye of the tiger




     Hoy, querido Matías, es tu cumplemés 2.8. En la foto de arriba estás modesta y discretamente disfrazado de "piratilla" para celebrar el carnaval en tu guardería. Tu gran descubrimiento durante este mes ha sido tu nombre. Por fin has dejado de referirte a ti mismo como "bebe". Al principio te costaba un poco pronunciarlo y decías "Mitas"; pocos días después a la pregunta: cómo se llama mi niño?, respondes con perfecto deje andaluz en la s final: Matías.
     También has aprendido a decir: te quiero, fútbol y película de susto y monstruos cuando te puse Hotel Transilvania 2. La viste entera pero al final dijiste: "a Matías no le gusta película de susto, ikke monstruos".




     El gran momento de exteriores este mes fue el Setskog Skøytefestival. Tú y mamá me habéis acompañado toda el día mientras yo iba grabando de aquí para allá. Al principio habéis estado un buen rato en la carpa, disfrutando de buena temperatura y de unos ricos waflers. Corriendo de un lado a otro cámara en mano y trípode al hombro, acercándome al carrusel para hacer unas tomas de juegos y niños, me asombra y asuste descubrir que debajo del gorro blanco de mamá está tu cabecita y que tus manitas enguantadas te sujetan al carrusel. Busco a mamá con la mirada y ella me confirma que eres tú que el que está ahí y que te van a pasear muy despacito. El carrusel se mueve suavemente y tú te agarras con fuerza. La experiencia te gusta tanto que al terminarse, vuelves con mamá con los hombros caídos y con cara de frustración y de "yo quería una vez más".





     Como el hielo aguanta unos días más, la semana siguiente al Festival volvemos a llevarte al lago Setten, esta vez para que estrenes tus esquíes. A pesar de no tener genes alpinos, se te da bastante bien y a todo el mundo le hace mucha gracia que hayas aprendido (por culpa de papa) a llamar "palos"a los bastones.



     Este mes no tenía ni idea de qué canción dedicarte. Tú y mamá me habéis acompañado a Hemnes para grabar el primero de los cuatro vídeos de presentación que tengo que realizar para los coros que participarán en el Korslaget 2016. La canción que este primer coro ha elegido para presentarse es este Eye of the tiger que tan buenos recuerdos me trae de las películas de Rocky Balboa. La casualidad ha querido que ésta se convierta en una buena elección para celebrar tu cumpelmés 2.8



                              

viernes, 4 de marzo de 2016

Cumplo 44



     Hoy cumplo 44. Pasan pocos minutos de las doce de la noche y cuelgo esta fotografía en nuestro muro de Facebook. Tu abuela Matilde, querido Matías, fue a la presentación de este pequeño libro de poemas en La República de las letras. Lo compró para regalármelo por Reyes y consiguió la dedicatoria  de Ismael Serrano. Espero que no termines aborreciendo sus canciones de tanto escuchárselas y escuchármelas. Desde que llegó el paquete, con un poco de retraso, he esperado hasta hoy para empezar a leer sus poemas. Éste es mi primer regalo de cumpleaños. 




    Mamá, medio a escondidas, dejó anoche preparado un brownie de chocolate. Hoy, madruga y te saca de la cama susurrándote algo al oído. Yo hago como que duermo. Escucho ruido en las puertas de tus hermanos y pasos bajando la escalera. Poco después un pequeño resplandor se va colando por la puerta del dormitorio. Yo hago como que despierto poco a poco y te veo a ti, mi chiquitín, con un pequeño brownie en las manos y una velita encendida encima. Mamá, Erik, Kevin y tú me cantáis "Feliz cumpleaños" y tú me dices "blose, papá, blose" (que sople la vela) y te veo feliz. Esta escena que conservaré en la memoria con la ayuda de este cuaderno virtual es mi segundo regalo de cumpleaños y, sin duda, el más valioso.




   A mamá le gusta pedirse libre el día de mi cumpleaños y sorprenderme con un viaje. Este año no ha podido ser. Ella tiene el día libre pero yo no. Este fin de semana se celebra la UKM 2016. Un festival de jóvenes talentos que llevo ya 6 años grabando y en el que me gustaría verte participar algún día. Era imposible decir que no a este fiel cliente. La grabación de hoy es fácil, algo tediosa y, quizá, larga, pero muy fácil: se trata sólo de grabar los recursos de las manualidades y las entrevistas de los participantes conforme vayan terminando su prueba de sonido. La grabación de hoy es tan fácil que mamá y tú podéis acompañarme e incluso puedo grabar algún plano recurso contigo en brazos o correteando bajo el trípode.

     Al terminar mamá quiere invitarnos a comer y, aconsejados por Erik, decidimos darle una oportunidad al restaurante oriental de Løken. Erik, desde que tiene novia en este pueblo de al lado, suele frecuentar el Manfa y dice que no está mal, que, sin duda, es mucho mejor que "el chino" de Bjørkelangen. 




     
     Éste, querido Matías, es, desde no hace mucho, un capítulo anual y obligado en este cuaderno virtual que, justo y necesario es decirlo; acumula un retraso y unas lagunas cada día más difíciles de justificar.
     La respuesta a porqué empezamos a escribirlo se encuentra en los primeros capítulos, aquellos que pertenecen al momento en que te estábamos esperando. La respuesta a porqué, a pesar de retrasos y lagunas, sigo añadiendo capítulos en borrador y sacando tiempo de tarde en tarde para terminar alguno es doble: por un lado estos párrafos vienen a sustituir la cervecita o la reunión familiar que de vez en cuando celebraríamos con familiares y amigos íntimos para contarles nuestras cosas y escuchar las suyas, para hablar de cine, música, libros y deporte en el caso de vivir más cerca, mucho más cerca; y por otro lado, sin que tenga ningún mal pálpito, ningún mal presagio, aunque sigo viéndome llegar a los 84 pactados con D. Bosco hace un par de años por esta misma fecha, aunque tengo un montón de planes de futuro; es justo confesar un cierto temor al paso de los años (este año fui, por primera vez, consciente de un síntoma de la edad: ahora soy incapaz de enfocar mis ojos a corta distancia, he perdido vista de cerca, flexibilidad en la córnea creo que lo llama mamá) y por ese quiero dejarte escrito, querido Matías, algunas de las cosas que nos van pasando, algunas de las cosas que vivimos juntos, algunas de las cosas que pienso y buena parte de lo que soy para que llegados a ese 84 cumpleaños, a partir del cual todo será tiempo extra que agradecer, este cuaderno con las cosas de "tu viejo" te siga acompañando cuando tú tengas, más o menos la edad que yo cumplo ahora.

lunes, 22 de febrero de 2016

Copa del rey


Me levanto y preparo un tiramisú
Pasamos la mañana en el Setten
Matías estrena sus esquís.
El Madrid de fútbol empata en Málaga y queda a 9 puntos del Barça
Preparo arroz con pollo

Veo la final de Copa en el ordenador de Nathaly.
No llegábamos como favoritos. El primer día cayeron el Barça y el Pamesa Valencia. Gran semifinal ganada al Baskonia. Hoy sí éramos favoritos y hemos cumplido contra el Gran Canaria.

Me sigo alegrando por Laso, Felipe y los Sergios. Gran partido también de Ayón y Maciulis.

miércoles, 17 de febrero de 2016

El Impostor


Termino el libro el domingo mientas codifico el pequeño vídeo-aperitivo del Skøytefestival.

Festas de la diversitat y la amical de Mauthasen y la idea que durante mucho tiempo tuve de hacer un documental sobre ellos.

todos somos actores, todos inventamos o, como mínimo, adornamos nuestras historia porque casi todos estamos en el lado de la mayoría, casi todos aceptamos, casi todos decimos Si porque los héroes, los que en el momento crucial dicen No son muy pocos.

Comparativa con El Quijote

El capítulo ficticio en el que Cercas se interroga y cuestiona a sí mismo a propósito de Soldados de Salamina.

Podemos juzgar a Marco? lo juzga o lo salva, Javier Cercas?
Entender es justificar? NO. Es necesario entender para evitar que las cosas se repitan
Hay alguna justificación para lo que hizo Marco? NO
Entendemos por qué lo hizo? Sí

La ficción salva, la realidad mata, para terminar diciendo que el final sólo la realidad salva.

La película en la que pienso: dos protagonistas: uno se inventa su pasado y el otro se inventa su futuro.

viernes, 5 de febrero de 2016

Córdoba



     Hoy, 5 de febrero, celebramos tu cumplemes 2.7. Este mes te ha traído a ti, con algo de retraso, los regalos que los Magos de Oriente tuvieron a bien aconsejar a tu abuela Matilde y a tu tito-padrino Jose. A mí, también a mamá y a ti, pero especialmente a mí me ha traído disfrutar del mejor regalo de Navidad que mamá podía hacerme: viajar a Córdoba, mi casa, tu casa, nuestra casa, de mamá y los hermanos también; por una semana. 
     Así pues la foto con la que se inicia este capítulo está tomada en Gardemoen, el aeropuerto de Oslo. Allí corriste y disfrutaste como loco subiendo y bajando del avión de metal que han instalado para los chiquillos en una zona del aeropuerto. Tienes suerte de que a mamá y a mí nos guste llegar con tiempo de sobra para que los trámites de embarque no nos estresen y nos sobre tiempo para que podamos comer algo y jugar un rato contigo antes de subir al avión verdad. 

     La foto de abajo ilustra a la perfección el motivo principal de cada regreso: por mucho que nos guste Córdoba, por mucho que sea nuestra casa lo que de verdad nos mueve a volver y volver y volver cuantas más veces en un año mejor es poder hacernos esta foto con la familia. Este viaje en fecha atípica venía también especialmente motivado por el "sustillo" en forma de ictus que la abuela nos dio antes de Navidad. Por suerte parece que el susto no ha dejado consecuencias más allá de algo de preocupación y mucho de control con la tensión y la sal y el azúcar en las comidas. 
     Es obvio  que en la foto de abajo falta la tita Rocío y su familia, quizá algún día ellos también vivan en Córdoba y los motivos para visitar Barcelona sean sólo turísticos. 



   
     Algunas de las cosas que hemos visto, alguno de los lugares visitados, alguna de las situaciones que vivimos en este viaje en inusual fecha de regreso merecen un capítulo propio en este cuaderno virtual.
En este último mes has aprendido lo que es hacer algo por ti mismo, sin ayuda. La experiencia te ha gustado y te pasas el día diciendo "bebé lolo" cada vez que quieres hacer algo tú solo: comer, abrir un tarro, encender la televisión, subirte a una silla…
     Al salir de la guardería lo primero que hacemos cada día es buscar la Luna, cuando no aparece tú dices que "Luna er burte", que la Luna está desaparecida. También has aprendido la palabra noruega para decir que algo te duele; así cuando te das un golpecito dices que "bebé bunte", que al bebé le duele.
     Mamá sigue viéndote maneras de futbolista. En Córdoba, en nuestra plaza corres pateando las naranjas que el viento hizo caer de los naranjos antes de que los operarios del ayuntamiento las recojan para enviarlas a Inglaterra, donde prepararán con ellas mermelada de naranja amarga. El día que visitamos el Patio de los Naranjos, viendo trabajar a los recolectores, te empeñaste en echarles una mano y te pasaste un buen rato buscando un palito para poder sacar tú también las naranjas amargas y maduras con la denominación de origen más especial del mundo. 



     Pocos días antes del viaje de regreso a Noruega, cumplimos con lo que ya empieza a ser una tradición y te cortaste el pelo donde Javier, mi peluquero de juventud. En agosto, si Dios quiere, le haremos una visita doble: peluquería y cine de verano. 



     Hablando de cine, tu película favorita de este último mes ha sido, sin ninguna duda, el Tarzán de Disney. Lo pides con insistencia diciendo que quieres ver al bebé momo.




     La elección del tema que te regalo para celebrar este cumplemés 2.7 es muy fácil: rock aflamencado con el que el grupo Medina Azahara canta su amor por Córdoba.


                               

jueves, 4 de febrero de 2016

Loreak





     Esta semana es semana de Goyas. Ver algunas de las películas candidatas del año pasado que aún tengo pendientes.

Loreak, película redonda. Casi que cada encuadre es una fotografía perfecta. Es de aquellas películas que una vez vista una primera vez como espectador, merece la pena volver a ver para estudiar su aplicación del lenguaje cinematográfico.

El accidente de tráfico

El porqué de regalar flores, aquella canción de Cecilia.
El final parece abierto era realmente el accidentado operario de grúa quien regalaba flores a una casi desconocida compañera de trabajo o fue una casualidad que su muerte y la posesión de la medalla de ella coincidieran con el momento en que las flores dejaron de llegar puntuales a su cita de los jueves a las seis y media.






ak

martes, 19 de enero de 2016

Juletrefest

Ultimo acto de la navidad noruega: la fiesta del árbol de Navidad. Se organiza desde el barnehage y Nathaly y yo nos apuntamos del inmediato. El domingo está muy frío (-22) y a cuesta un poco sacar a Matías de casa.
La fiesta: llevar comida de casa para compartir, niños salado y niñas dulce. Pagar cincuenta coronas por persona (Matías incluido). Un pequeño y más bien triste arbolito escasamente decorado a la entrada del gimnasio del instituto y un montón de mesas, casi todas ya aculadas, para que los padres de los más pequeños se conozcan entre ellos. Un acordeón, una guitarra y un puñado de canciones para bailar alrededor del árbol. Esto a Matías no le hace ninguna gracia.

Tiempo para comer

Nisse

Al final, mientras yo empiezo a calentar el coche, Nathaly me cuenta que Matías le ha "parado los pies" a un crío que había empujado a una niña más chica.

martes, 12 de enero de 2016

Charles Dicken´s Oliver



Termino el libro el domingo (nieva todo el día)
Me lo regaló Nathaly.
Mi libro de esta Navidad.

Hay una parte muy importante del libro que queda fuera en todas las adaptaciones. Personajes secundarios que no aparecen.


Veo la película de Polanski el lunes para comprobar si ha sido más fiel al libro, si aporta algo nuevo.

Polanski se centra en las desventuras de Oliver y Obvia todo lo referente al parentesto de Oliver. La primera secuencias, obviando su nacimiento, es una declaración de intenciones. Sí esta la secuencia del robo. No aparecen tampoco los personajes secundarios.










viernes, 8 de enero de 2016

B (Bárcenas)






     Hoy Matías se ha levantado un poco mocoso. Estos últimos días hemos tenido una temperatura de -20 grados y, aunque ha pisado poco la calle. algo le ha afectado. Está mimoso. Quiere que me pase el día con él el sofá viendo La abeja Maya y Tarzán. Después de jugar un rato a perseguirnos por el salón, cambiarle el pañal y limpiarle la nariz cientos de veces me dice que quiere ver Pepa Pig en el iPad. Aprovecho ese ratito para ver yo esta película sobre el llamado "caso Bárcenas".

     Tengo el recuerdo, esta vez sí perfecto y cristalino, de haber querido ser Presidente del Gobierno desde mis años de segundo ciclo de EGB. Mi madre, por desgracia, también tiene este recuerdo perfecto y cristalino y más de una vez me lo echa en cara con ese típico reproche de madre insatisfecha con el presente de sus hijos. El caso es que me recuerdo, perfecta y cristalinamente, partiéndome mi infantil pecho de preadolescente defendiendo a Felipe González frente a algunos de mis compañeros de colegio católico, colegio de modesto y de barrio, pero colegio "de curas" al fin y al cabo.
     En mi etapa de Bachillerato Unificado Polivalente en Salesianos, otro colegio católico, menos modesto y menos de barrio, descubrí, con más sorpresa que espanto, que quedaban grupos de chavales de mi misma edad que lucían orgullosos la bandera franquista en sus carteras y relojes, y para los que no era tan normal ser "facha" como para mí ser "rojo". Mis batallas dialécticas con mis compañeros "los fachas" llegaron a su punto álgido, ante el pasotismo general del resto de compañeros, en una clase de religión en la que el castigo, más que previsible, por referirse a alguien como "el hijo de puta de…" quedó en suspenso porque quien empezó la pelea fue uno de los "fachas" nombrando como tal a Felipe González; a lo que yo respondí, delante del profesor de religión y director del colegio, que si el compañero podía referirse en esos términos al Presindente del Gobierno Español, elegido democráticamente, bien podía yo usar la misma terminología "de barrio" para referirme a todos los "fachas" que todavía quedaban en España. La sangre no llegó al río, el director no nos apuntó en el parte y en el descanso el compañero y yo, de posturas claramente irreconciliables, convenimos que no era necesario continuar con los insultos ni hacer esfuerzo alguno en intentar convencer al otro de las virtudes del llamado "antiguo régimen" o del gobierno socialista del cambio.
     Con el ímpetu de aquellos primeros años de juventud y en aras de un brillante futuro político que, sin duda, debía desembocar en la Moncloa, decidí militar en el Partido Socialista Obrero Español. Mi padre fue el encargado de atemperar un poco ese ímpetu y permitirme la afiliación al PSOE sólo después de cumplir los 18 años. Así pues, con la mayoría de edad recién estrenada, me convertí en militante del "SOE" de pleno derecho. Fueron años de desencanto: no entendí nunca que la "O" de obrero fuese la letra más difusa de las siglas de mi partido, no me llevé bien con los dirigentes de las Juventudes Socialistas de Córdoba (a mi juicio sólo jóvenes sin valor para contradecir al poder que emanaba de un partido cada día menos de izquierdas y más embarrado en corruptelas varias; jóvenes que parecían no aspirar nada más que a ocupar el sillón que los mayores tuvieran a bien cederles), no entendí las luchas por el poder dentro del propio partido, los trapicheos y las puñaladas por la espalda. Llegué a presidir una Asociación Juvenil, dentro del Partido, llamada Pablo Iglesias, asistí a Congresos Provinciales y fui interventor en varios procesos electorales. Mi carrera política empezaba justo cuando yo más dudas tenía y cuando mi ídolo demostraba tener pies de lodo y una X terrible le señalaba por acción u omisión. Dejé de ser "felipista" y, para seguir creyendo en el Partido, me hice "guerrista" sin tenerlo del todo claro. Más empeñado en ser de izquierdas cuanto más veía a mi Partido virar a la derecha. Me ofrecieron condiciones muy favorables para hacer la prestación social sustitutoria por motivos de objeción de conciencia al servicio militar y me invitaron a un viaje de intercambio a Paris para todos los miembros de la Pablo Iglesias a cambio de no armar jaleo durante la conferencia de un diputado sevillano que venía a convencernos de las bondades para los jóvenes de una reforma del mercado laboral daba entrada en nuestra legislación a los contratos basura. En un tradicional perol cordobés con los compañeros y amigos de la asociación juvenil dije que González había traicionado el socialismo y llegué a referirme a él en términos tan poco amistosos y tan "de barrio" como los que años antes había empleado mi compañero "el facha" en una clase de religión. Aquellas palabras mías llegaron, gracias a un mediocre aspirante a poltrona disfrazado de amiguete, a oídos del Secretario General de mi agrupación. Ante su amenaza de abrirme un expediente en Ferraz me referí, muy poco elegantemente por mi parte a su escasa estatura (mira quien fue a hablar) y a su prematura alopecia (mira quien fue a hablar otra vez) y a su ridículo bigotito (de esto sí que no uso). Y así puse punto y final a una incipiente y brillante carrera política que debería, sueños de infancia que recuerdo perfecta y cristalinamente, haber terminado en La Moncloa.

     De aquel tiempo recuerdo también perfectamente a un hombre, Paco Torres, que fue mi mentor y, tal vez, el motivo porque el que no abandoné antes. En él descubrí a un tipo íntegro, capaz de dar un puñetazo en la mesa para defender sus ideas, claramente de izquierdas, para llamar a cada cosa por su nombre, para denunciar los trapicheos, las componendas, el barrizal. Paco, que fue mi amigo en aquel tiempo, no era un político de profesión, su sueldo se lo ganaba trabajando como funcionario en un puesto ganado en oposiciones públicas. Su consejo fue siempre que estudiara, que fuera independiente económicamente, que la política fuese siempre para mí una vocación para ayudar a construir una sociedad próspera más justa y más libre. Al final lo que me decía mi amigo Paco se parecía bastante a lo que me habían dicho algunos amigos curas de los colegios en los que tuve la suerte de estudiar. El día que envié mi carta de renuncia y abandoné el Partido, Paco me dijo: "niño, haz lo que tengas que hacer, lo que te pida el cuerpo y recuerda que socialismo es mucho más que estos cuatro "sociolistos" que mandan ahora".
     A Paco me lo encontré hace un par de años en uno de nuestros regresos a Córdoba. Poco le habían cambiado los años. A los dos se nos notó en la mirada la ilusión que nos hizo el inesperado reencuentro. En pocas palabras nos pusimos al día de las cuatro cosas que de verdad importaban. Quedamos en llamarnos y tomar una cerveza. No lo hicimos. Quizá a los dos nos da pereza recordar las viejas batallas que perdimos y hablar de que, visto como está la cosa, cuanta razón teníamos. Seguro que en algún otro regreso nos volvemos a encontrar y tal vez, a parte de volvernos a poner al día, en cuatro frases, de las cosas que de verdad importan; sacamos tiempo para esa cerveza y para reconocer, ahora sí, cuánto nos dolieron las batallas que perdimos y cuánto nos jode tener casi la certeza de haber perdido la guerra.

     B (Bárcenas) es para mí una película de terror por representar la punta del iceberg de un sistema profundamente corrupto, institucionalizado y hasta bien visto en el seno de los partidos políticos que ostentan el poder sin el más mínimo respeto por sus votantes. La desvergüenza y la mentira ha llegado a tal extremo que los nuevos casos que nos asaltan cada día en el telediario ya ni nos sorprenden.
     Ahora miro la política con curiosidad, sin apasionamiento, como si estuviese en un teatro viendo una ficción; pero deseando que de pronto aparezca un nuevo actor que me sorprenda esta vez para bien,
   
     Película imprescindible con una magistral interpretación de Pedro Casablanc.


           

martes, 5 de enero de 2016

Home for Christmas





     Hoy, querido Matías, es tu cumplemes 2.6. Dos años y medio ya! Las fotografía de arriba las tomé el pasado domingo mientras mamá y Erik te intentaban ayudar a pintar una casita de cartón. Para poner el suelo perdido, manchar el sofá y quedarte "hecho un cristo" apenas necesitaste un par de brochazos de Erik. Te lo pasaste bien, te reíste mucho y todas las manchas (bueno no todas, la del sofá sigue ahí) salieron con un poco de agua y jabón. 

     Hoy te hemos dejado en la guardería. Mamá se ha ido a trabajar a la farmacia, tus hermanos están enfermos con vómitos, en cama; y yo estoy preparando mi primer roscón de Reyes casero. Antes de ir a recogerte a la guardería, he pasado por el buzón. No ha llegado el paquete de los Reyes Magos. Se ve que aquí no tienen muchos ayudantes. Se los ha quedado todos Papa Nöel.

     Como muestran las fotos de abajo, estoy más que satisfecho con el resultado de mi roscón. Tú te has negado a probarlo. En el próximo medio año espero que empecemos a avanzar bastante en el tema comida. El año que viene intentaremos escribir antes la carta a los Reyes Magos para que su paquete llegue a tiempo y empezaré a contarte quiénes son esos tres personajes que tan felices hacen a los niños de España y espero que quieras ver conmigo la Cabalgata. 






     Hay dos frases, pequeñitas, que me dices unas cien veces al día: "aúpa.ne, papá, aúpa-ne" cuando quieres que te tome en brazos y te suba a mirar que hay sobre la encimera o en alguno de los muebles de la cocina; y "papá, ven, venga papá" cuando quieres que te acompañe, normalmente también a la cocina.
     Ya sabes distinguir perfectamente entre lo que es grande y lo que es chico. Esto lo haces en noruego: "stur" es grande y "bitenliten" es pequeñito. También has aprendido a decir en noruego que no quieres algo: "ikke" y que tienes caca: "bæsj". Pero, sin duda, tu palabra favorita de este mes ha sido "Nisse" aunque tú le has cambiado un poco el nombre y le dices "nikke".

     Este mes has empezado a esconderte. A veces sólo te tapas los ojos como si con eso fuera suficiente para hacerte invisible antes los nuestros. Otras veces te tumbas en el sofá y te tapas con la manta o detrás de una cortina o corres hasta la cocina y te metes debajo de la mesa. Desde allí nos llamas y esperas a que digamos: "dónde está Matías, dónde está?" para salir gateando y gritando: "aki ta".

     Tienes también dos nuevos personajes animados favoritos: la abeja Maya y Enmanuel Desperados, para ti "mono grande".






     El tema que te regalo este mes es un tema que he escuchado muchas veces. Es la canción que pone música a los créditos finales de la película A casa por Navidad, y hace dos años me tocó escucharla muchas veces trabajando en el showreel del concierto de Navidad Desembertoner. Además de porque me gusta y es una canción de Navidad noruega, la elijo porque el año que viene me gustaría que viajásemos a Córdoba por Navidad.


  

domingo, 3 de enero de 2016

Indiana Jones



    Cada inicio de año intento que la primera película que veo sea especial o simbólica por algún motivo. Es una especie de ritual cinematográfico para empezar bien el nuevo año. Gracias a Matías, este año he recuperado aquello de ir al cine el día de año nuevo. Después de muchas comidas, visitas y eventos navideños, después también del virus estomacal que fue saltando de uno a otro para terminar el año conmigo afiebrado y arrumbado en el sofá; este fin de semana no tenemos más planes que descansar, ver las primeras películas del año, leer algo, preparar la comida que se quedó en la nevera en nochevieja y mirar por la ventana al verdadero invierno recién llegado.

     Dedico un buen rato a repasar la lista de películas intentando elegir una. Después de un par de repasos sin decidirme, detengo el mando a distancia en Indiana Jones, interrogo a Nathaly con la mirada y espero su respuesta: no está interesada en volver a ver ninguna de las pelis de Indiana, mucho menos dobladas al castellano (única versión de la que ahora mismo dispongo) pero tampoco está muy interesada en ver cualquier otra película. Así pues, y con la perspectiva de un largo fin de semana hogareño por delante, acordamos que yo las iré viendo por orden y a trozos y que ella quizá les eche un ojo mientras pega una cabezadita o va haciendo otras cosas.

     Indiana es, sin duda, una buena elección para empezar cinematográficamente este año. Si no me falla la memoria la primera vez que vi En busca del Arca perdida fue en el autocar camino de Italia. Y, como ocurriera con Star Wars, quedé impresionado por aquella combinación de aventuras, historia, arqueología, Egipto, nazismo… Aquella película quedaba muy por encima de las películas de kun-fú y aventuras que me gustaba ver en vídeo con mi padre y mi tito Francisco: El mono borracho en el ojo del tigre, Conan, Thor o El Señor de las bestias, entre otras.
     Es probable, aunque no puedo asegurarlo, que también viese El templo maldito en ese mismo viaje.  Otro inicio trepidante para una aventura históricamente menos interesante y mucho más sangrienta que la primera.
     La última cruzada sí que la vi en un cine de Córdoba, aunque no puedo asegurarlo probablemente fue en el Alcázar. Sin duda una nueva aventura de Indiana Jones merecía estrenarse en el que fue el  mayor cine de Córdoba antes de que lo trocearan y lo convirtieran en un mediocre multicines. De nuevo con el cristianismo y el nazismo de fondo, y a pesar de verla en pantalla grande, aquella nueva aventura de "Junior" carecía de la magia subjetiva de los 14 años y de un visionado nocturno camino de Italia. Me gusto, obvio, pero ya no me impresionó.
     Y, cuando ya parecía que Harrison Ford no volvería a tomar más su látigo y su sombrero, Spielberg decidió mezclar en una cuarta aventura el mundo Maya, la guerra fría y los alienígenas. El Reino de la calavera de cristal fue la primera película que Nathaly y yo vimos juntos. Fue en El Dorado, un cine de Oslo que durante la ocupación nazi sirvió para las grandes reuniones de los ocupantes y que hoy, al igual que el cine Alcázar de Córdoba, ha dejado de existir. 













     El fin de semana pasa lento, perezoso, y yo vuelvo a disfrutar de estas cuatro películas recordando momentos, lugares y secuencias. Hacía bastante tiempo que no las veía. Matías a ratos juega y a ratos duerme, no presta atención a la pantalla; quizá algún ruido estruendoso le llama la atención pero en seguida vuelve a lo que estaba haciendo. La próxima vez que las vea, quizá en un fin de semana largo y perezoso de apertura de un nuevo año me gustaría que Matías ya estuviese en la edad de quedar impresionado por las aventuras de este héroe viejo y clásico, quizá el mejor de los héroes creados para el cine.