jueves, 5 de septiembre de 2013

La nana del Sur


    Matías cumple hoy su segundo mes y mañana viaja por vez primera a Andalucía, por eso queremos regalarle esta Nana del Sur, una nana por sevillanas, una nana andaluza.
     La historia que cuenta esta nana, sus detalles, tiene muy poco que ver con la historia de Matías, la de su padre, yo, y la de su abuelo, mi padre; pero si pasamos por alto los detalles, en el fondo, reduciendo la letra al estribillo,  esta nana habla también de Matías.

     La realidad, querido hijo, es que tu abuelo no tuvo que emigrar, ni siquiera tuvo que moverse de Andalucía y,  aunque al principio sí que la recorrió en buena medida, desde que yo empecé "parvulitos" nos quedamos viviendo en Córdoba. Guardo, eso sí, el lejano recuerdo de esperarle cada viernes y abrazarme a él y recibir mi tebeo del pato Donald (con que facilidad entre él y mi abuelo Agustín me inculcaron el amor por la lectura).
     La realidad, terrible y odiosa en este caso, es que tu abuelo, que sin duda habría sido el mejor abuelo del mundo mundial, no está con nosotros para cantarte una nana, o para achucharte y decirte cosas y quizá malcriarte un poquito, no demasiado, o para contarte un par de historias que al parecer ya hemos olvidado.
     La realidad es que yo sí emigré, primero fue un exilio voluntario disfrazado de estudios bohemios y que terminó con un oficio bien aprendido y una forma holgada de ganarme la vida, después fue una carrera al norte por amor, amor sin el que tú no estarías aquí y sin el que yo no sería feliz.
     La realidad es que no sabemos cómo serás, querido Matías, cuando tengas 14 años, ni si algún día te enamorarás o no en Andalucía, tampoco sabemos si la misma Andalucía será la que te enamore, mucho menos si terminarás viviendo en mi tierra, una tierra que tu madre también siente ya como suya. Ni lo sé ni, en realidad, me importa mucho, me basta con que, aquí o allá, querido hijo, encuentres tu lugar en el mundo y seas feliz.




     Pero no es menos real que, siendo noruego por nacimiento y esas cosas que tiene el destino, tus genes, tu historia pasada, las voces que escuchas cada mañana al despertar y a cada rato en forma de canción desafinada son mitad chilenas, mitad andaluzas.
     Y no es menos real que tu padre, yo, te contaré de mis abuelos, del coche del lechero, de la plaza de abastos de Priego,  de cómo sabe un bocadillo de lomo de orza en la pausa de la aceituna, del frío que se pasa al lavarse a cubetazos, del trajín de una "matanza", del olor de una Navidad tojeña y del sabor de un plato de migas con "graná".
     Lo cierto es que intentaré que te sientas tan andaluz como yo, que en Andalucía, cada vez que la visites, te encuentres en tu casa y después tiempo habrá de ir recorriendo toda la variedad de paisajes, colores y gentes que tiene mi añorada España, hasta que llegue el día del prometido chuletón de buey en un asador vasco. Porque la verdad, querido Matías, es que tienes raíces, que no anclas, y saber de tu raíz chilena y andaluza te hará más libre y feliz. Tienes muchas banderas que te definirán, pero que nadie busque en ellas motivo que te separe del resto de los pueblos. Tienes Dios, como yo creo que lo tienen todos los hombres, y a nuestra manera y con nuestra cultura en la mochila te enseñaremos la manera de acercarte a Él, quien pensamos es un único Dios para todos.

     Porque hoy cumples dos meses, porque mañana estarás en Andalucía, tu casa, y pasearemos por Córdoba y Sevilla, por Priego y Tójar, porque te llevaremos al Rocío y a ver a María Auxiliadora, porque conocerás mucha gente que fue importante en mi infancia, hoy te regalamos esta nana.



La nana del Sur, Ecos del Rocío



lunes, 2 de septiembre de 2013

Ileflaen 8-b


     A finales de mayo de 2009 nos mudamos a Ileflaen 8-b. Dejamos atrás un pequeño apartamento de dos dormitorios y estrenamos una pequeña casa adosada a la que le habíamos echado el ojo en uno de nuestros paseos de primavera. Después de conducir un remolque de Ikea, llenarlo con los pocos muebles que teníamos y los recién comprados, con Nathaly accidentada por culpa de un mal paso en la escalera del apartamento; pasamos nuestra primera noche en esta casa.

     No hicimos fiesta de inauguración, sólo nos estábamos mudando de una casa alquilada a otra un poco más grande. Estrenamos la casa viendo "Camino del Rocío",  esa fue la primera película que alquilaron mis padres para estrenar aquel enorme vídeo AKAI que compraron cuando ya empezaba a sonar raro eso de no tener vídeo aún.

     Han pasado poco más de cuatro años y hemos vivido intensamente cada día en esta casa. Aquí hemos celebrado un puñado de cumpleaños, Erik se nos ha hecho adolescente y Kevin amenaza con ser tan alto como su hermano, aquí hemos celebrado la graduación de Nathaly y aquí, debajo de la escalera, nació Albatross Films, en esta casa hemos recibido la visita inimaginable de mi madre, y por aquí ha pasado casi toda la familia de aquí y de allá para celebrar... cualquier excusa es buena para celebrar. A esta casa de Ileflaen 8-b hace poco más de 8 semanas llegó Matías para hacernos muy felices y acompañarnos en el camino que nos queda.

     Ha sido un fin de semana tenso, el viernes quedamos en posición del alumno que acaba de entregar su mejor examen y espera ansioso la nota del maestro para el lunes.
     Llegó el lunes y trajo una nueva aventura en forma de mudanza, nos mudamos esta vez a una casa nuestra (compartida con el banco por los próximos 25 años) en la que tenemos un montón cumpleaños que celebrar y un puñado de sueños que hacer realidad.

     Si Dios quiere el próximo 1 de noviembre reestrenaremos una casa antigua rodeada de césped, una casa que nos enamoró a todos el día que la visitamos y en la que veremos ver caer las hojas de los árboles que la rodean y la lluvia y la nieve que acudirán sin falta a su cita con este paisaje, una casa en con chimenea en la que cada día de invierno olerá a Tójar.

     En algo menos de dos meses le diremos adiós a esta casa de Ileflaen 8-b en la que tan buenos momentos hemos pasado.

Deseando poder alquilar la casa de la izquierda (8-b)

Primera comida en casa

Al llegar de la boda de Elisabeth con el césped recién puesto

Primera Navidad

Estrenando esquís

Mundial de Sudáfrica

Kevin, Julie, Isabel y su madre y la terraza del Olav

Penúltima Navidad

Kevin para sus amigos cordobeses: Lucía y José Ángel

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Esperando a Matías

2-09-13. Ya somos cinco

domingo, 1 de septiembre de 2013

Fløterfestival 2013




     A finales del verano de 2009, Nathaly y los críos me estaban esperando en casa con una buena noticia, tan buena que sonreían nerviosos y se miraban unos a otros dudando quién debía ser el primero en empezar a hablar. Pocas horas antes, mientras yo pasaba la aspiradora en la farmacia, nos acababan de confirmar el primer trabajo importante para la recién nacida Albatross Films de Bjørkelangen. 
     El encargo consistía en realizar un DVD que resumiese la historia de Fetsund Lenser y que guardase memoria de las actividades más importantes que cada año se realizan al amparo de este museo único.
     
     Desde que aterricé en Noruega para quedarme, siempre me llamó la atención la vista que ofrecía el "lenser" desde el puente que cruza el Glomma a la altura de Fetsund y, a los pocos meses de vivir en Bjørkelangen, tenía claro que el "lenser" y su entorno eran uno de los lugares más hermosos de los alrededores. Con esta admiración mía por el paisaje se empezó a gestar la ilusión por hacer un vídeo y la esperanza de empezar a trabajar en Noruega haciendo lo que mejor se me da. Nathaly fue brillante en la gestión y tardó poco en ganarse la confianza y, más tarde, la amistad de Anna, la directora del museo que vuelve a dar vida al "lenser"

     A principios de otoño de 2009 empezamos a grabar. La presencia de Nathaly fue importantísima en las primeras entrevistas, después Thomas y yo conseguimos hacer un buen equipo: yo terminé por entender que los tiempos y las pausas, los ritmos de trabajo y la capacidad para improvisar son muy diferentes aquí; moderando mi velocidad, mi ímpetu y hasta mi profesionalidad, conseguí adaptarme y supongo que también ellos se adaptaron al genio de un cordobés que no entiende de "tanta pausa ni leches", tanto darle vueltas al mismo tema y tantos días de acabar no grabando casi nada porque casi nada había para grabar hoy a pesar de que yo creía que les había quedado clarísimo que necesitábamos que...

     Fue un privilegio escuchar las historias -una vez Nathaly me las traducía en casa- de los trabajadores que pasaron su vida a orillas del Glomma y transportaron miles de troncos por su cauce. Alguna vez pasé un frío del carajo, pero la mayoría de las veces fue divertido grabar las actividades, entre otras cosas porque acabamos haciendo de esos días de rodaje una actividad en familia que terminaba comiendo unas "pølser" a orilla del río.

     Casi un año después el trabajo estaba listo para publicar, casi cuatro años más tarde el DVD se ha reeditado y sigue vendiéndose en la tienda del museo, casi cuatro años más tarde conservamos la amistad de Anna y Thomas, de Morten y los carpinteros, de la señora danesa de las gafas..., casi cuatro años más tarde nos sentimos en casa cada vez que regresamos a Fetsund Lenser. 
     
     





     El día grande de Fetsund Lenser es el Fløterfestival.  Cada año, variando en función de las lluvias y las crecidas del río, durante una mañana de sábado antiguos trabajadores del "lenser" escenifican para el  público los pormenores del duro trabajo que realizaron durante tantos años que fueron, según algunos de los testimonios que recogí en el documental: "los mejores años de nuestra vida". 
     El transporte de troncos se realizaba por el río Glomma, desde los bosques de tala la corriente los conducía hasta el "lenser" donde los troncos eran contabilizados en función de las marcas talladas que indicaban quién era su propietario; después eran agrupados y arrastrados, formando un entramado de miles de troncos flotantes, por el Mørkfos, histórica barcaza que aún puede visitarse en el museo.

     Con alegría y sorpresa descubrimos que Kevin es parte destacada en el cartel que promociona el Festival de este año.
     



     Después de comer unas pizzas y terminando de ver el resultado final del vídeo con todos los trabajadores del museo, le ofrecieron a Kevin la posibilidad de ser "sprettgutt" en el festival que estaba por venir. Kevin aceptó la propuesta entusiasmado y cuando llegó el día señalado disfrutó enormemente ayudando a mover los troncos por el río. Kevin causó tal sensación que fue entrevistado por el periódico local y por la televisión nacional. Mi madre y mi hermano fueron testigos excepcionales de su debut en el "lenser"



     Al año siguiente el festival cayó en fecha inoportuna y Kevin, de vacaciones en España, en el maravilloso pueblo de Chipiona concretamente,  no pudo asistir. El cargo de "sprettgutt" quedó vacante ese año.

     El sábado 31 de agosto el amanecer amenazaba una lluvia que no tardó en confirmarse a los pocos minutos de llegar a Fetsund. Desde que llegamos, Kevin fue tratado como una estrella y, una vez cambió su apariencia por la de un niño de "época", su presencia fue anunciada por los altavoces del lugar y no fueron pocos los niños que lo miraban entre curiosos y admirados. Kevin soportó del mejor humor su pequeño día de fama y posó para tantas fotos como fueran necesarias.




     El trabajo del "sprettgutt" consistía en aprenderse una larguísima tabla de signos -de tamaño y dificultad equiparable a la tabla periódica de los elementos que todos memorizamos en los básicos estudios de química del colegio-, y permanecer atento y vigilante a los posibles fallos que pudiesen cometer los mayores a la hora de asignar los troncos a uno u otro propietario. 
     El "sprettgutt" podía tener entre 10 y 13 años y por su trabajo recibía un pequeño salario y más de una pedrada proveniente de los dueños de los troncos, a quienes, la pericia del jovenzuelo, les había supuesto la pérdida de un tronco mal adjudicado.





     Arne pasa ya de los 80 años y de los 12 a los 14 años fue "sprettgutt" de la margen izquierda del río. Arne recuerda y nos cuenta que en el año 50 hubo una súper población de renos que provocó un crecimiento inesperado del negocio que regentaba su padre, una carnicería familiar. Por culpa de aquella abundancia de carne de reno, Arne tuvo que dejar la orilla del río y dedicarse, hasta hace pocos años, al despiece y venta de carne.
     Arne posa encantado junto a Kevin recordando viejos tiempos y preparándose para disfrutar de una jornada que, ojalá, la lluvia no empape más de lo necesario.




     Arranca el espectáculo y la lluvia, a pesar de la claridad que se distingue en el horizonte, amenaza con permanecer sobre el "lenser", sufrimos viendo los tablones mojados y escurridizos y las enormes botas que calza Kevin -un chaleco salvavidas fluorescente quedaba totalmente inaceptable asomando bajo su ropa de época-. Kevin se niega rotundamente a afear su atuendo y corre el riesgo de caer al río y darnos un susto tremendo. Cualquiera diría que Kevin lleva toda la vida pegado al río y sus gentes, se desenvuelve con agilidad y soltura sobre las tablas y maneja el "floterhake" con energía y fuerza pinchando y dirigiendo los troncos sobre el agua. 





     Una hora más tarde Kevin termina su trabajo, cansado y contento recibe las felicitaciones de los mayores del lugar, a quienes por un rato les ha ayudado a viajar en su memoria hacía tiempos más felices; los niños, ahora, disimulan mal su envidia y preguntan qué tienen que hacer para ser ellos los próximos "sprettgutt".

     De regreso en casa el siguiente mensaje de Thomas nos confirma que Kevin tiene su puesto más que asegurado para los próximos años.

Hei Kevin! Du er fast ansatt som sprettgutt!
 Fantastisk innsats i dag. Det var mange som synes du var superflink, og jeg hørte at flere yngre barn ville gjøre som deg :) tusen takk for innsatsen.
 I dag var du en ekte tømmerfløter!!
Hilsen Thomas

Jerigonza que bien podría traducirse así: Qué cojones Kevin, qué bien lo has hecho.





     Al final sale el Sol y todos podemos disfrutar de una hermosa tarde de verano en el "lenser". Ha sido emocionante ver a Kevin tan metido en su papel -su tía Gissella y su primo William tampoco han querido perdérselo- y muy divertida la comunicación vía "Whatsapp" establecida con los familiares y amigos íntimos de España. 
     Matías disfrutó durmiendo y comiendo con su chalequito nuevo y, quien sabe, quizá en diez años más herede el puesto que tan brillantemente ahora defiende su hermano Kevin, que no creció en el "lenser", que ni siquiera tiene antepasados que trabajasen aquí; pero que parece haber nacido a la orilla del Glomma.