miércoles, 25 de noviembre de 2015

Gallipoli


     Descubro la batalla de Gallipoli en el libro de Eslava Galán.
     Gallipolli: la playa de Anzar. Gran realismo. Brutal el final





Buena opera prima. "Es sólo un padre, es el único padre que ha venido". 





Documental: el plan de Churchill antes de ser Churchill. Perder y ganar sobre un tablero en el que siempre pierden los otros, aunque esos otros sean los tuyos. 



Pippi Langstrømpe















lunes, 23 de noviembre de 2015

Julemarked


     Este noviembre ha llegado escaso de nieve. Estábamos acostumbrados a que la primera nevada coincidiera, más o menos, con el cumpleaños de Nathaly. Sin embargo, este año, a punto de terminar noviembre, la nieve aún no ha parecido. Esta última semana el frío es más intenso y el suelo aparece helado cada mañana, pero seguimos esperando que la nieve caiga del cielo. Ajena, a este desorden meteorológico, la Navidad se va acercando poco a poco y este fin de semana es tiempo de Julemarked (mercados de Navidad tradicionales noruegos).

     Estoy seguro de haber mencionado ya, en varios capítulos de este cuaderno virtual, que Noruega es un país respetuoso, amante y fiel a sus tradiciones. De a poco no sólo me voy acostumbrando a muchas de ellas, sino que también empiezo a respetarlas y amarlas. Estos mercados tradicionales, antesala de la Navidad, son algo que espero con ilusión cada mes de noviembre. Este fin de semana se han acumulado tres en los alrededores, además coinciden con una obra de teatro y con "el clásico". El tiempo no alcanza para todo y el partido de fútbol es sacrificado a priori. A posteriori, la decisión de no ver el Madrid-Barça (vergonzoso 0-4) resultó la correcta.

     El sábado nos levantamos temprano para llegar pronto al Julemarked de Fetsund-Lenser, apenas a 30 kilómetros de casa. Fetsund-Lenser es un lugar importante para nosotros: en él empezó la pequeña historia de nuestra pequeña productora audiovisual y en él grabó sus últimas imágenes una preciosa cámara DVCam que, desgraciadamente, ya ha quedado obsoleta. 
     Llegamos a Fetsund cerca de las 11.30. Hace sólo media hora que el Julemarked abrió sus puertas imaginarias y ya hay serios problemas para aparcar en los alrededores. El frío es intenso. Nada más llegar nos encontramos con uno de los trabajadores del Museo que hoy, en su rol de "nisse" (duende de la Navidad) saluda a Matías y le regala un caramelo. El frío, a la orilla del Glomma se hace aún más intenso. Urge comprar unos guantes para Matías y unos calcetines de lana para Nathaly. Después de estas primeras compras necesarias y de echarle un vistazo a la vieja fragua, tomamos un café un panekake para terminar de entrar en calor. El mercado este año es mucho más grande y se reparte por casi todas las dependencias del museo. Saludamos a Thomas y quedamos en encontrarnos en enero para hablar de un futuro proyecto. Terminamos el día en Fetsund comprando una pintura de un artista local que nos apetece colgar en nuestro salón. 

    




     De regreso a casa, pasamos por el Julemarked de Killingmo Alpakkagård. Para ser sinceros, y en este cuaderno familiar de tan reducido público, no tiene sentido no serlo; de haber sabido que nos iban a cascar 150 kr por entrar no hubiésemos ido. Ya en la puerta, con el cartel del precio y la sonrisa del propietario de la granja en nuestras narices, nos falta valor para darnos la vuelta. Es éste un Julemarked mucho más reducido que el de Fetsund y desde la entrada queda claro que su prioridad es hacer dinero. Matías encuentra un tractor de juguete y rápidamente, sin usar una palabra, nos deja claro que ese sería un regalo estupendo para él. Recorremos la única mesa que ofrece productos decorativos unos y comestibles otros, pero todos artesanales; mientras Matías juega tirándose por un pequeño tobogán. Nos dicen que están a punto de leer cuentos infantiles en una cabañita al otro lado de la granja. Dentro de la cabaña, un fuego central hace la temperatura más que agradable, pero Matías se aburre muy pronto y muestras signos evidentes de pasar del cuento y querer salir de aquella cabaña, reconozcámoslo, un poco claustrofóbica. Después de mirar las alpacas, lo que más le ha gustado a Matías es el corto paseo en carro tirado por caballos cuyo precio no estaba incluido en la entrada y por el que hemos tenido que soltar 80 kr más. Primero han montado Nathaly y Matías,  después Matías ha insistido y vuelto a insistir hasta que él y yo hemos dado otra vuelta.




     Y el domingo, después de pasar por el Aur Prestegård y comprar un montón de cosas del Loppemarked a beneficio de los refugiados sirios; nos fuimos al Julemarked de Øsken gård, a menos de diez kilómetros de casa. Es la primera vez que vamos a este mercado de Navidad. De no ser por Facebook y porque una de las protagonistas de mi documental iba a montar un puesto de venta en él, nos habrá pasado desapercibido. Hoy Matías está menos entusiasmado que ayer y se niega rotundamente a subir a un pequeño tractor que hay en la puerta de la granja. Mientras yo grabo a Ida, Nathaly y Matías se sientan junto a una hoguera y calientan un "pinnebrød". Me sorprende el interior de la granja, sobre todo la espectacular biblioteca. Nathaly me cuenta que este lugar ahora se alquila para fiestas, bodas… Matías no está por la labor de estarse quieto y me toca pasearlo de una habitación a otra y a otra y a otra y vuelta a empezar. Aunque los objetos y artesanía que se exponen tienen su atractivo, los precios no invitan a comprar. Al final, Nathaly descubre una litografía de Ida que representa al artesano local que fabricaba cestas famosas en toda Noruega. Hace pocos días pudimos comprar una de estas cestas y hoy salimos de este Julemarked con la litografía de Ida que, junto a la pintura que compramos ayer en Fetsund, pronto tendremos colgadas en el salón. 







viernes, 13 de noviembre de 2015

Del revés




La traducción del título: levantarse del revés

Tus películas favoritas: Los Minions. El gato con botas. Los Aristogato..


















Terminar con los atentados de Paris. De inmediato tristeza y asco toman el control y será muy difícil que no las sigan el miedo y la ira; pero más que nunca necesitamos que la alegría regrese.

jueves, 12 de noviembre de 2015

Adiós a las armas

Termino el libro el domingo, entre función y función de Oliver en el Kulturhuset de Lillestrøm.




viernes, 6 de noviembre de 2015

Oliver




     Nathaly y yo teníamos muchas ganas de volver a trabajar en el nuevo proyecto de Skedsmo Amatørteater, mucho más después de conocer que se trataba de Oliver!. Después de haber grabado y editado para ellos 4 proyectos: La Sirenita, Cuento de Navidad, En busca del ladrón de la Navidad y Sonrisas y lágrimas, todos ellos recibidos con entusiasmo y por el grupo; contábamos como segura la llamada para fijar las fechas en las que iríamos a grabar Oliver!.
     Poco antes del verano, en las fiestas de Lillestrøm, pudimos ver uno de los números del musical y pensamos que Matías se lo pasaría muy bien acompañándonos a grabar.



     Pasó el verano y la falta de llamadas de Skedsmo Amatørteater empezó a inquietarnos. Llegados al mes de septiembre sin noticias suyas, Nathaly decidió ponerse en contacto con ellos. La historia era bien simple y por desgracia bastante común en los grupos humanos. Desavenencias de diversa índole habían propiciado un cambio en la directiva. La nueva encargada del grupo deseaba grabar la obra pero los elevados costes de producción la habían dejado casi sin presupuesto y, además, el precio de hacer las copias era tan alto que apenas le quedaban beneficios de la venta. En un penúltimo intento por rescatar al cliente, Nathaly les recomendó una empresa de multicopiado de DVD con una mejor oferta. Afortunadamente la respuesta fue positiva y recuperamos el cliente.

     Antes de empezar a grabar, estuvimos invitados a ver una función que a Nathaly y mí nos encantó y en la que Matías disfrutó de las canciones, también es verdad que ha ratos dio alguna cabezadita y estuvo encantado de hacerse fotos con los jóvenes actores.

   


     Después de dos domingos de grabación y unos cuantos días más editando, ya tengo listo el DVD y el showreel que, ahora, comparto con los familiares y amigos que lean este capítulo.


                             
     

     Con las canciones todavía enganchadas (menudo destrozo les estoy haciendo chapurreándolas en Noruego) y con Nathaly un poco ya hasta la coronilla de Oiver!, en un par de ratos sueltos y desocupados miro la versión fílmica y musical de Oliver Reed. Estoy tan seguro de haber visto un montón de sus secuencias, como seguro estoy de no haberla visto nunca entera. Es obvio que al espectáculo que ya casi me se de memoria le tengo mucho cariño, quizá sea por eso que encuentro que algunas secuencias las solventaron mejor en la escena que en esta fantástica película que obviamente recomiendo a familiares y amigos íntimos.




     A la espera de que el libro me llegue por sorpresa y a que Nathaly se desature un poco de Oliver Twist, un día de estos me vuelvo a  mirar la versión de 2005 de Roman Polanski que tan poca gracia le hizo a Erik.





jueves, 5 de noviembre de 2015

Louder than words





     Hoy, querido Matías es tu cumplemes 2.4. Las dos fotos que ilustran este capítulo son tus dos primeras fotos oficiales de guardería. Cada día eres más consciente de todo lo que te rodea. Has aprendido a encogerte de hombros cuando te hago una pregunta que o bien no entiendes o bien no conoces su respuesta. Dices "Oh nai" cuando pasa algo que piensas que es malo, por ejemplo cuando algo se te cae involuntariamente; y "oh, oh" cuando eres consciente de haber hecho alguna travesura, cuando lo que se caído no ha sido de forma involuntaria, por ejemplo. 

     En este mes también ha ocurrido el pequeño milagro de verte y oírte cantar por primera vez. Ha sido un tarareo espontáneo que, obviamente, a mamá y a mí nos ha dejado con la boca abierta.




     Este mes también has empezado a prestar atención a la televisión y al Ipad. Ya reconoces y pides ver a tus dos primeros dibujos animados favoritos: Pepa gris y el gato O´Malley de Los Aristogatos. Por las mañanas, cuando no tienes guardería, solemos ver juntos Los Aristogatos (pronto me voy a saber de memoria los diálogos) y por la tarde, mientras mamá y yo preparamos la comida o comemos, te dejamos en el sofá con el Ipad en brazos viendo algún capítulo de Pepa Pig. Tu vas cambiando de capítulo a tu antojo y, después de un rato, siempre terminas llegando a unos vídeos de huevos Kinder (tu chuchería-juguete favorita), de bolas o de legos.






     Soy consciente de que rescataré muchos recuerdos para ti, pero también de que aprenderé un montón de cosas nuevas gracias a ti. Por eso y porque a finales de este mes viajaremos a Londres quería encontrar un tema que no fuese parte de mi memoria musical, un tema nuevo, algo de un grupo que no hubiese escuchado antes. Me puse a buscar grupos británicos obviando a Dire Straits, quizá el único grupo del Reino Unido que realmente me emocionó en mi juventud. Mi búsqueda terminó en este tema nuevo de los míticos Pink Floyd, un grupo famosísimo, un grupo imprescindible con temas imprescindibles al que durante mi adolescencia no presté atención tal vez porque en casa de tus abuelos se escuchaba otra música, nada en inglés por supuesto. Llevo días escuchando esta canción y me encanta. Además de intentar transmitirte toda mi discoteca sentimental prometo tener los oídos dispuestos para las músicas que tú, conforme vayas creciendo, me vayas descubriendo a mí.