sábado, 28 de febrero de 2015

Viaje a Tartessos


   
     En este último día de febrero me levanto con la idea de poner la bandera andaluza en mi terraza y celebrar de esta manera el Día de Andalucía. Matías, como viene siendo habitual en los últimos días nos  obliga a salir de la cama a las 7 de la mañana. Busco la "verdiblanca" en el cajón de mi escritorio donde  guardé las banderas después de la mundana. No está. No lo entiendo. En el grupo de whatsapp desde anoche no dejaron de llegar mensajes andalucistas. Yo también envío una felicitación. Un poco más tarde, habiendo renunciado ya a encontrar la bandera hasta que ella sola aparezca por casualidad en lugar y momento inesperado, envío un nuevo mensaje frustrado por no haber podido colgar la bandera andaluza en mi terraza. La idea era hacerle una foto para colgar en instagran y añadir a este capítulo. Me quedo sin bandera y sin foto. Fernando bromea, vía whatsapp, sobre la cantidad de banderas que tengo. No son tantas: R. Madrid, Noruega, Andalucía, España, España republicana. La conversación acaba derivando y extinguiéndose en el bonito mundo de la ornitología.




     La foto de arriba ha quedado, a falta de bandera en la terraza, como foto única de este capítulo. Nathaly me regaló este Viaje a Tartessos el verano pasado en Córdoba. De regreso a casa lo coloqué en la estantería y decidí leerlo en la última semana de febrero para hacerlo coincidir con el Día de Andalucía que hoy, sin bandera en la terraza, sin una buena copa de fino, sin un salmorejo… celebramos en Bjørkelangen. Esta foto fue tomada en Oslo en la mañana del pasado miércoles. A las 7.45 tomé un autobús directo a la capital y en el trayecto aproveché para empezar a leer este Viaje a Tartessos. Después de caminar casi una hora atravesando Oslo (el precio de un taxi aquí es inaceptable) llegué al punto de reunión con tiempo suficiente para seguir leyendo un poco más y desayunar el bollo y café que, junto a la portada del libro, muestro en la fotografía de arriba. Terminada la jornada de grabación y después de volverme a patear medio Oslo, por suerte esta vez cuesta abajo; regresé a casa tomando un tren y un bus. Más tiempo para leer. En un día ya tengo la mitad del libro.

     Este Viaje a Tartessos del cordobés Fernando Penco Valenzuela es mucho más que "un estimulante libro de viajes…". De manera aparentemente desordenada el autor va recorriendo el mítico Tartessos de Argantonio, el Al Andalus de los Omeya y nuestra Andalucía de hoy. Se evocan paisajes perdidos en el tiempo y se describen los presentes. Hay en él pequeñas y amenas lecciones de arqueología, de historia pretérita y también contemporánea, de geografía y de mitología. Contiene también un buen puñado de anécdotas, de conversaciones con desconocidos y con amigos, de experiencias vitales que enriquecen al viajero y al lector. Me gusta su aparente desorden, las más de cuatro cosas que desconocía y que me sorprenden, me gusta el análisis que Fernando Penco hace de algunas de las situaciones de hoy día, me gusta eso tan andaluz de hablar por hablar, de hablar de lo cotidiano, de hablar con el amigo y también con el que apenas acabamos de conocer; y me gusta el profundo amor a Andalucía, a su historia y a sus gentes que se percibe en cada párrafo del libro.

     Mi amigo Fernando, fiel lector de estos capítulos, a veces, de improviso, me pide que le recomiende un libro. Aprovecho hoy, 28 de febrero, día de Andalucía en la distancia, con la bandera extraviada y sin una buena copa de fino que llevarme a los labios para recomendarle este Viaje a Tartessos.


   

lunes, 23 de febrero de 2015

El general De la Rovere



     Ni en mis mejores tiempos de estudiante se me dio bien el asunto de las fechas. Tenía que hacer siempre un esfuerzo de última noche para conseguir memorizar las imprescindibles para el examen de turno. Son apenas un puñado de fechas familiares y no más de dos o tres fechas históricas las que consigo tener presentes. Y siendo febrero el mes más corto del calendario es, sin embargo,  el que reúne la mayor cantidad de fechas que soy capaz de recordar puntualmente: el 12 es el cumpleaños de mi hermano, el 14 el de mi padre, el 28 el día de Andalucía y el 23 el aniversario de la intentona golpista del 81.
     A diferencia de nuestra mal llamada Guerra Civil, de la que apenas obtuve información por vía familiar o escolar, del 23-f conservo recuerdos de infancia y un puñado de lecturas, datos y vivencias de compañeros de trabajo que lo han convertido para mí en un tema apasionante. Tanto, que empieza ser costumbre que le dedique un capítulo anual en este cuaderno. 





     Venía a sostener el bueno de Pereira algo así como que una buena necrológica no puede improvisarse, que para que la síntesis de una vida, en no más de cuarenta líneas, tenga la calidad y el rigor que se precisa; es necesario escribirla en vida del futuro difunto, aunque el sujeto goce de buena salud en el momento de la redacción. Sostenía el bueno de Pereira, al menos para los casos relacionados con la cultura, que llegado el, tan inevitable como triste, día de la defunción de un poeta llegaba, también, el momento de sacar del cajón la precisa necrológica y añadirle las dos últimas líneas. Algo así, creo recordar, venía a sostener el bueno de Pereira.





     El 23 de marzo de 2014 falleció Adolfo Suárez. Por tal motivo, recuerdo que aquella misma noche estuve a punto de comenzar a escribir un capítulo en este cuaderno. Recuerdo también que el recuerdo del bueno de Pereira me hizo desistir de la idea de improvisar aquel capítulo.
     La política empezó a interesarme con el "Felipismo" ya instalado en el poder y, en aquellos mediados de los 80 Adolfo Suárez era ya un moribundo en esa nueva escena. Poco o casi nada sabía de aquel político al que mi madre reconoce haber votado porque le gustaba su cara y del que recuerdo su gesto serio, su mirada triste y su desigual lucha en el Congreso de los Diputados.
   



     La manera que elijo para conmemorar el 23-f y recordar a Suárez en esta tarde de domingo, 22 de febrero de 2015, es volver a ver El General de la Rovere de Rossillini. Lo poco que conozco de Adolfo Suárez se lo debo a Javier Cercas y su fantástica Anatomía de un instante. Javier Cercas hace mención en su libro de un editorial publicado en el El País el 18 de febrero de 1981. En aquel artículo se comparaba a Suárez con el general De la Rovere o más bien con Emmanuele Bardone, el caradura impostor que pacta con los nazis asumir en prisión la identidad del héroe y patriota De la Rovere. Se titulaba el artículo "Adiós, Suárez, adiós" y le reprochaba a Suárez, con mucha dureza, casi toda su labor al frente del Gobierno. Tan sólo le concedía el mérito de haber traicionado al franquismo "como un general De la Rovere convencido y transmutado en su papel de defensor de la democracia" El editorial, durísimo, se cerraba con esta otra sentencia: "El general De la Rovere murió fusilado y Suárez se ha ido deprisa y corriendo, con un sinfín de amarguras y con muy pocas agallas".

     Se pregunta, Javier Cercas, si Suárez conocía la película de Rossellini. Supone que, siendo Suárez una gran aficionado al cine: "de joven había sido un asiduo espectador de sesiones dobles, y ya de presidente era rara la semana en que no veía más de una de las películas que su mayordomo Pepe Higueras conseguía a través de Televisión Española y proyectaba en 16 mm en un salón de la Moncloa" lo más probable es que sí la hubiese visto. Piensa, Javier Cercas, con toda lógica que es probable que Suárez leyese el editorial de El País. Afirma que "si lo hizo, debió sentir una humillación profunda, porque nada podía humillar tanto al antiguo gallito falangista como ser acusado de cobarde, y pocas cosas pudieron satisfacerlo más que demostrar cinco días después que la acusación era falsa".


     Copio aquí el fragmento de la entrevista que el poeta y periodista peruano Pedro Escribano le hizo a Javier Cercas en Lima el domingo 30 de marzo de 2014, pocos días después de la muerte de Adolfo Suárez.


ANATOMÍA DE SUÁREZ
Acaba de morir Adolfo Suárez, usted no le tuvo simpatía.
Hay en muchos de mis libros intentos de comprender. Comprender no es justificar, creo que es quizá el deber que tenemos todos, intentar de entender los motivos. No le tenía simpatía inicialmente, pero finalmente le tengo mucha. Creo que lo que se ha montado en España ahora con su muerte es un poco obsceno…  escribiré sobre eso, no quería escribir antes, pero en vista de lo que ha ocurrido que es un poco obsceno. Y eso que afortunadamente estoy en Lima, si estuviese en España estaría más enfadado probablemente.
¿Cree que lo están utilizando?
Hombre, de una manera obscena, todo el mundo. Es como si agarrasen trozos del cadáver… es terrible. Supongo que es normal, o sea, no se puede esperar mucho (risas).
¿Qué le impresiona de lo que dicen?
Todo el mundo está usándolo, es lógico. Están usando el cadáver, lo están llevando a su terreno de manera obscena, diciendo mentiras, falsedades, obscenidades, utilizándolo. La gente que más contribuyó a su caída de una manera brutal ahora se deshace en elogios de él sin siquiera callarse o pedir disculpas. Un espectáculo, realmente, un poco bochornoso.
Para usted escribir una novela o un libro es tratar de responderse…
No, es tratar de formular las preguntas de la manera más compleja posible.
¿Y la novela es la respuesta?
Sí, pero no es nunca una respuesta clara, taxativa, sino una respuesta ambigua, contradictoria, esencialmente irónica, pero no un sí o un no.
Y en Anatomía de un instante, ¿cuál era esa posible respuesta?
La pregunta era por qué un tipo se queda sentado en su escaño de presidente cuando le están disparando, cuando hay balas, ¿por qué hace eso? Esa es la pregunta. Y la respuesta es… hay que leer el libro, son 400 páginas (risas). La respuesta es que ese gesto…formulemos la pregunta de otra manera, hay un frase de Borges que está en el libro, “la vida de un hombre por larga y complicada que sea, al final se resume en un momento, el momento en que el hombre sabe para siempre quién es”. Es una cita y bueno pues, ese momento es el momento en que Suárez supo quién era, ese momento.
Entonces lo aprovechó
Eso no lo sabía él. Es el momento en que él supo quién era y en que todo el país supo quién era. Es decir, el momento en que se funda la democracia en España. 
Y él nace como gran figura.
No, no es verdad, en aquel momento no.
¿La escena de que no tuvo miedo a las balas acaso no correspondea un héroe?
Discúlpame, pero debo decir que en aquel momento no fue así. Cuando ocurrió, la gente le despreció todavía más, esto ha sido muy reciente y, discúlpame, creo que mi libro ha contribuido en algo a eso (risas).
¿No es el héroe?
Es completamente falso. He leído estos días en los periódicos más importantes: “y en aquel momento Suárez, su figura quedó consagrada para siempre y el pueblo español estuvo siempre agradecido”, es una mentira de una obscenidad escandalosa, nadie le agradeció ¡nada, nunca nada! Al año siguiente se presentó con un partido a las elecciones, ¿sabes cuántos diputados sacó? ¡Dos diputados en el puto parlamento! ¡Es una mentira horrible, nadie le agradeció nada!
Y arriesgó la vida.
¡Y arriesgó la puta vida! Nadie se lo agradeció, nada, en absoluto. Es una mentira total.
¿Nadie se acuerda de eso ahora?
Nadie se acuerda de eso, nadie, nadie se lo agradeció, al contrario, se vio cómo una cosa gestera, de un político gestero, como una pose, nadie dijo nada, nadie, ¡nadie! Es mentira.
Y al final, ¿Suárez llegó a ser más que una pose?
Por supuesto, es el héroe de la traición, esa es mi tesis fundamental en ese libro. El artículo que voy a escribir, a propósito de todo esto, es así: Suárez es el héroe de la traición, es un oxímoron, como matrimonio feliz, una contradicción tremenda. Estamos acostumbrados a pensar en la lealtad como una virtud y lo es, pero hay momentos en la vida de los países, de las colectividades y las personas, en que es más honesto, más valiente, más virtuosa la traición que la lealtad. Y el término de la dictadura en España es exactamente uno de esos momentos, Suárez era el hombre del franquismo, era el hombre de los franquistas. Cuando fue elegido por el rey para ser presidente del gobierno, los demócratas se horrorizaron y tenían razón, era el puto secretario general del partido fascista, era un arribista del franquismo y todos los franquistas lo celebraron porque era joven, kennedyano, guapo, seductor, sonriente, era el que iba a hacer que el franquismo durase 20 años más. Y en menos de un año, los jodió a todos y cambió una puta dictadura por una puta democracia y mató al fascismo, mató al franquismo y nunca se lo perdonaron. Y siempre fue un traidor.
Entonces fue una traición al servicio de una buena causa.


Eso es. Fue un hombre que traicionó a un pasado equivocado para construir un futuro acertado. Y gracias a esa traición en España existe una democracia, para eso hace falta mucho coraje.

                              


     Disfruto volviendo a ver esta película imprescindible, obra maestra como casi todas las de Rossellini.
Disfruto todavía por poder enseñársela a Nathaly (lo del cine en soledad por hermoso que pueda parecer, la verdad es que no lo mismo). Y disfruto recordando lo que Javier Cercas escribía de Adolfo Suárez. Quizá toda su Anatomía de un instante es una necrológica a gran escala para algunos de los personajes que deseándolo o no se convirtieron en héroes en ese justo instante. Imagino al bueno de Pereira disfrutando de la lectura de esta necrológica, por supuesto imposible de publicar en la página cultural del Lisboa.

     Como siempre son bienvenidas las opiniones de los familiares y amigos íntimos que lean este capítulo y hayan visto El general De la Rovere, leído a Javier Cercas o pensado un instante en la figura de Adolfo Suárez.




domingo, 22 de febrero de 2015

25 Copa del Rey




     Otra tarde de domingo, otra final de Copa, otra vez contra el eterno rival y otra vez campeones. Partido disputado, final intenso, sin el dramatismo de la última bola del año pasado (de Sergio a Sergio, del Chacho a Llull y canastón sobre la bocina); pero campeones otra vez, y ya van 25.  
     El año pasado el R. Madrid llegó a la Copa como claro favorito y salió de ella como claro favorito a ganarlo todo. Lo más importante estaba por llegar: Liga y Euroliga. La forma en la que se logró la victoria y el rival ante quien se consiguió me animaron a dedicarle un capítulo en este cuaderno virtual.
     El link que sigue contiene las imágenes e impresiones de aquella tarde de final de Copa un domingo de febrero.



     Recuerdo que terminé de escribirlo y pensé que quedaba lo más importante, que lo mejor estaba por llegar. Se cumplieron los plazos y llegó lo más importante, pero no fue lo mejor. En la Final Four de la Euroliga, después de una semifinal brillante, otra vez contra el eterno rival, el R.Madrid perdió contra el Maccabi Tel Aviv contra todo pronóstico. Aquella derrota dejó una herida tan profunda en el equipo, que ya no supo cómo levantarse. Llegó la final de Liga y el eterno rival nos sacó de la pista. Triste por las dos derrotas, tan inesperadas una feliz tarde de domingo de febrero; intenté consolarme con aquello de que no se puede ganar siempre. Milongas! 

     Por suerte, le dediqué el capítulo anteriormente citado a aquel triunfo en la Copa, que no se preveía el mejor y más importante; pero que terminó siendo el único. 





     Ismael Serrano canta en su último trabajo que: "no toda derrota es hermosa". Maldita la triste belleza que tuvieron las dos del año pasado. De la Final Four me queda el recuerdo de las caras de los jugadores: Felipe, Rudy, el Chacho, Llull, Slaugter… pensando en su tristeza sumada a la tristeza de los millones de madridistas que no encontramos nada bello en aquella derrota contra el Maccabi. Del final de Liga me queda el recuerdo de Pablo Laso abandonando en silla de ruedas, expulsado y derrotado,  la pista, territorio hostil, del eterno rival. Aquella secuencia fue el resumen de una derrota patética en el correcto uso del adjetivo: 

               Que denota gran angustia o padecimiento moral, capaces de conmover profundamente y agitar el ánimo con violencia.          

     Y así quedé yo, conmovido profundamente y con el ánimo agitado, al ver a Pablo Laso abandonando en silla de ruedas, expulsado, derrotado, abatido, burlado e insultado, la pista, territorio hostil, del siempre eterno rival y a veces enemigo.




     Y es que Pablo Laso es para mí algo más que el entrenador del Madrid. Con su errores y sus aciertos Pablo Laso es uno de los nuestros. Un tipo que parece ser, como diría Machado: "en el buen sentido de la palabra: bueno". 
     Por ser Pablo Laso tan madridista, tan buen entrenador de baloncesto y tan buena persona, me conmovió tanto verlo salir de aquella manera del Palau Blaugrana. Y porque temí que aquella patética derrota fuese su despedida del R. Madrid; me alegra tanto poner en este capítulo la foto que lo cierra. Es el retrato de un hombre feliz, de un buen hombre, de un gran entrenador de baloncesto y de un madridista de los pies a la cabeza. Decía Pablo Laso, después de la victoria de este domingo de febrero: "Me siento valorado, en casa mis hijos me quieren mucho". Ojalá, querido Pablo Laso, que este año te valoren también fuera de casa, ojalá que este año sí se alcancen hermosas victorias cuando llegue lo más importante. Pero, sobre todo, ojalá que durante muchos, muchos años lleves nuestro escudo cosido a tu chaqueta, y que en la victoria y en la derrota (ya sabes esa milonga de que no se puede ganar siempre) sigas siéndote fiel a la persona y al entrenador que eres y al escudo que dignificas y defiendes. 






domingo, 15 de febrero de 2015

Amor

La vemos para celebrar San Valentín a nuestra manera





                            











sábado, 14 de febrero de 2015

Skøytefestival 2015





     El pasado jueves, como muestra la fotografía de arriba, me dispuse a grabar los trabajos de acondicionamiento de la pista de hielo sobre el lago Setten, y de la gran carpa que se empezaba a instalar a orillas de lago para acoger y servir comida a los cientos de participantes del Skøytefestival 2015.
     El pasado jueves, como muestra la fotografía de abajo, la pista de hielo presentaba un estado magnífico a mis inexpertos ojos en lo relativo a deportes de invierno. Sin embargo, las sonrisas y el entusiasmo con que los hombres de la organización se afanaban en su trabajo, me hacía pensar que mi apreciación sobre el particular era bastante correcta.




     Más allá de la competición deportiva, organizada en diferentes categorías y distancias, el Skøytefestival es una gran fiesta sobre el hielo que reúne a multitud de familias de los alrededores para disfrutar de las diferentes actividades que, con el hielo de protagonista, se organizan. En febrero de 2013, mientras Nathaly trabajaba en la farmacia, Erik, Kevin y yo pasamos la mañana en el festival. Mientras ellos se subían al carrusel, yo grababa un vídeo familiar. 
  




     Como resultado de aquella excursión familiar, conocí a Per Lorentzen, organizador del evento, y fui contratado para realizar un vídeo promocional para hacer del Skøytefestival un evento internacional que atrajese participantes de Alemania, Dinamarca, Holanda… Una semana después del Skøytefestival 2013, me tocó grabar, desde helicóptero y motos de nieve, al puñado de familiares, amigos íntimos y figurantes que Per Lorentzen logró reunir para ese día de rodaje.

     En el link y vídeo que siguen se pueden leer y ver el capítulo dedicado a aquellos días y el vídeo que resultó 


  
                                                

                                                     


          
     La presentación del vídeo se convirtió en un pequeño acontecimiento y recibí efusivas felicitaciones de Per Lorentzen, de su equipo de trabajo y de la Federación Noruega de Patinaje. Después del éxito del Skøytefestival 2013, después de la suspensión del Skøytefestival 2014 (año declarado el más cálido desde 1880) por falta de hielo; las previsiones para este Skøytefestival 2015 eran optimistas: el lago presentaba un aspecto casi óptimo y se esperaba una masiva participación. La foto de abajo ilustra los trabajos de montaje de la gran carpa destinada a acoger y servir comida a los cientos de participantes y asistentes, entre los que se contaba el Presidente de la Federación Noruega de Patinaje, que se esperaban para la mañana del sábado. 




     En la mañana del jueves, después de casi tres horas de grabación, tomé esta última fotografía del lago y concerté con Per Lorentzer una nueva jornada de grabación para la tarde del viernes. Guardé la cámara en el coche y, mientras conducía camino a la guardería para recoger a Matías, pensé que  la imagen de la puesta de Sol sobre el lago, que grabaría al día siguiente, sería cojonuda para cerrar la secuencia previa al "gran día".




     En la tarde del viernes salí de casa con la renuncia obvia al fantástico plano de puesta de Sol. El día amaneció totalmente encapotado y el color del cielo y del hielo mutaron del maravilloso azul del jueves a este gris sucio del viernes. Cuando llegué al lago las máquinas estaban terminando de trabajar sobre la pista. Grabé una pequeña entrevista con el nuevo secretario general de Federación Noruega de Patinaje, en la que habló con entusiasmo de los 25 kilómetros de pista de hielo natural en plena naturaleza y del gran trabajo que habían realizado los voluntarios. Algo fastidiado por no poder hacer mi plano de puesta de Sol, recogí mis cosas y regresé a casa.




     En la tarde del viernes, al llegar a casa, no tengo dudas de que el sábado me espera un duro día de trabajo: mucha gente, muchas carreras, muchas actividades, muchas entrevistas que hacer, muchos trayectos en moto de nieve, un nuevo vuelo en helicóptero, una segunda cámara que utilizar en la salida de la carrera más masiva y una go-pro que acomodar en uno de los participantes. La idea es mejorar el vídeo de promo con nuevas imágenes desde el helicóptero tomadas, esta vez, durante la carrera; y hacer una pieza documental de más duración.
     En la tarde del viernes, al llegar a casa, le cuento a Nathaly que, a mis inexpertos ojos en lo relativo a deportes de invierno, la pista de la tarde del viernes, además del feo color gris sucio, debido a la ausencia de cielo azul; presenta una gran cantidad de charcos en la superficie.


   


    En la noche del viernes, me cuesta mucho coger el sueño. Hago repaso mental de lo ya grabado y organizo el orden de las secuencias en el documental. Con la vista en el techo, redacto mentalmente la escaleta de las secuencias que tengo que grabar mañana y me aseguro de tener claras las preguntas de las diferentes entrevistas: Per, organizadores, participantes, voluntarios, alcalde y Presidente de la Federación Noruega de Patinaje. Estoy completamente desvelado. Pasada la una de la madrugada me doy cuenta de que tengo una mensaje en el móvil. Imagino que será el whatsapp a deshora de algún familiar o amigo íntimo. Error. La alerta que parpadea en mi teléfono es un mensaje de Per en el que intuyo malas noticas. La traducción que Nathaly me hace de dicho es mensaje es la siguiente: Hola Javier, lo siento mucho pero tenemos que suspender el Festival de mañana. Hay demasiada agua en la superficie. 
     La noticia nos deja perplejos y Nathaly busca más información en la web del club mientras escuchamos como el hielo que queda en nuestro tejado se va haciendo agua poco a poco. Definitivamente quedo desvelado. Bajo al salón. No me hago un te por no hacer mucho ruido con el calentador de agua. No enciendo el ordenador por no hacer mucho ruido tecleando. No me hago un café por no hacer mucho ruido con la cafetera. Escribo a mano algunas ideas. Leo un capítulo de Grandes Esperanzas. El sueño no llega. Imagino que, tras dos años de suspensión el Skøytefestival está herido de muerte. Decido arrimar el sofá a la televisión. Lo arrimo hasta poder conectar los auriculares de trabajo y así poder ver una película sin hacer ruido. Veo El amanecer del Planeta de los Simios. Son cerca de las 5 de la mañana. Me duermo a ratos. La película no me gusta. Por fin llega el sueño pero no subo al dormitorio para no despertar a Nathaly y Matías. Pocos minutos después de las 8 de la mañana me despierta el ruido que procede de la planta de arriba. Subo. Nathaly y Matías ya están despiertos. Nathaly llama a Per. Per dice que vayamos igualmente, que intentarán hacer alguna actividad para los niños, que habrá café, salchichas y wafles en la gran carpa y que por supuesto que no se rinden, que desde ya empieza a pensar en organizar un Skøytefestival todavía más grande para el invierno de 2016, que hay que grabar lo que ha pasado hoy como un nuevo capítulo de un documental más grande que, siguiendo el guión que yo le había propuesto cuando se suspendió el Skøytefestival del 2014, será todavía mejor cuando en 2016 cese la mala suerte.
   


      En la mañana del sábado, 14 de febrero de 2015, la pista de hielo presenta el mismo color feo que presentaba el cielo de ese mañana y muchos más charcos que la tarde interior. A mis inexpertos ojos en lo relativo a deportes de invierno, la pista no reúne las condiciones adecuadas.





     En la mañana del sábado, 14 de febrero de 2015, el gesto y las manos de Per reflejan la actitud de su equipo ante la fatalidad: lo que no se puede, no se puede y además es imposible; lo cual no implica que no se pueda o no sea posible el año próximo.







     En la mañana de sábado, 14 de febrero de 2015, facebook cumple con su parte de trabajo. Los mensajes que desde la suspensión, la noche anterior, del Skøytefestival se han ido colgando hacen desistir a los patinadores profesionales, a los participantes amateurs y a las autoridades invitadas de la idea de acudir al lago. De otro lado, los mensajes colgados esa misma mañana animan a las familias del entorno a llevar a sus hijos para participar en los juegos y en la única carrera infantil de corta distancia a la que sí se dará la salida, a tomar café y salchichas y wafles.






     Matías, Kevin, Nathaly y yo pasamos unas horas en el lago. Grabo, paseamos, hablo Per y Ole Johannes. Antes de irnos una voluntaria nos hace esta fotografía. Intentamos ponerle al mal tiempo la mejor de las sonrisas.




     En el invierno de 2016 tenemos un "MÅL" pendiente. Esta palabra noruega sed traduce como "objetivo / meta" y sirve tanto para cantar goles como para señalar la línea de llegada de una carrera. El documental sobre el Skøytefestival se ha convertido en una carrera de fondo. La meta es llegar a terminarlo. En 2016 Per volverá a intentar organizar un festival de patinaje en el lago,  y yo intentaré hacer un documental sobre ese proceso y sobre los evidentes síntomas de cambio climático, sobre cómo  éstos afectan a una pequeña comunidad.





viernes, 13 de febrero de 2015

A propósito de Llewyn Davis



Película de tarde de viernes
Retrato de un perdedor, un coleccionista de sofás ajenos. He conocido algún tipo así. Tipos que querían ser alguien por encima de casi todo. No tengo noticias de casi ninguno. Imagino que fracasaron en el intento o, tal vez, lo siguen intentando.











                               





jueves, 12 de febrero de 2015

El Orfanato






     La vemos en la noche del jueves, en familia. Nathaly dice que, después de volver a verla,  ahora no  le gusta tanto (no soporta la interpretación de Belén Rueda o no soporta a Belén Rueda. Intento recordar alguna película en la que le haya gustado y no lo consigo), Kevin dice que vaya película más mala, Erik se ríe y dice que Kevin no ha entendido la película. Kevin sostiene lo contrario. Al final Erik se escaquea y no me aclara si hoy le ha gustado igual, más, o menos que cuando hace meses la vio por primera vez en una hora de clase de español. Lo de ver El Orfanato en clase de español a mí me parece un suceso de lo más extraño.
     A mí sí que me gusta tanto o más que cuando la vi por ver primera. Me gusta tanto que envidio el buen hacer o la suerte de Juan Antonio Bayona por haber debutado en el cine con una película que a mí me gusta tanto. Teniendo clarísimo que la escuela cojonuda, la seria, la profesional era el ESCAC, me pregunto por qué no la elegí en mi huida a Barcelona. Siendo justo conmigo mismo he de alegar motivos de tiempo y presupuesto para haber errado en la elección de la escuela de cine que empezaría a materializar mis sueños de cinéfilo de provincias. Pero el caso, si me detengo a pensarlo un poco mejor, es que, tal vez, si hubiese estudiado en la escuela cojonuda, seria y profesional que, sin duda, es el ESCAC; los acontecimientos no me hubiesen llevado a poseer un Goya en la estantería de mi casa, a viajar haciendo documentales, a conocer a Nathaly… Por eso, una vez pensado mejor este asunto y volviendo a reconocer la envidia que me produce ver salir, una detrás de otra, buenas, interesantes, a veces cojonudas películas del ESCAC; me alegro enormemente del cúmulo de decisiones más o menos bien pensadas, más o menos afortunadas, que me han traído hasta este acogedor salón en el que, una noche de jueves, en familia, he vuelto a ver El Orfanato.

     Una de las, más bien pocas, cosas claras que saqué de mi no tan cojonuda, seria y profesional escuela de cine es que cuando veo una película la veo con ojos de espectador porque, entre otras cosas, salvo casos excepcionales como Ida, el lenguaje cinematográfico como tal no es brillante en la mayoría de historias fílmicas que consumimos. Por eso en estos capítulos-catálogo que van acumulando películas subjetivamente imprescindibles, más allá de sus valores estrictamente cinematográficos; evito hacer cualquier crítica o análisis que excediese de la agradable charla imaginaria que, en torno a una o dos copas y en un lugar agradable, no muy alejado de esos céntricos cines cordobeses que se extinguieron en mi ausencia; tendría lugar con alguno de los familiares o amigos íntimos que leen estas páginas virtuales.
     Como en Córdoba ya no quedan cines en el centro de la ciudad, el precio de las copas aquí es triple y la distancia enorme, me conformo con que los familiares y amigos íntimos que hayan visto El Orfanato me hagan llegar, de una manera u otra, su opinión y así, al menos, el diálogo imaginario se transforma en virtual.
   


                         



          Unos de los últimos libros que leí en 2014 fue Otra vuelta de tuerca de Henry James. La película que se basa en el libro es The Innocents (en España conocida como Suspense). Recuerdo haberla visto una tarde en al Filmoteca de Catalunya. Recuerdo también que critiqué, confío que en silencio, a Amenábar por haber copiado su argumento en Los Otros. He sostenido esta idea, por Dios espero que en silencio, durante todos estos años. Al terminar de leer Otra vuelta de tuerca, empiezo a sospechar que he sido tremendamente injusto con Amenábar. Tengo poco que argumentar en mi propia defensa: dos películas imprescindibles que transcurren en mansiones victorianas y que tienen a niños y fantasmas por protagonistas de sorprendentes finales. Aquí terminan los parecidos. Desconozco que estado de cansancio o enajenación debió conducirme una tarde, durante y a la salida de la Filmoteca de Catalunya, a afirmar estúpidamente, y espero que en silencio, que Amenábar era un copión.
     Esta semana las he vuelto a ver una detrás de la otra para poder sostener en voz alta que se trata de dos películas enormes, imprescindibles, y que Alejandro Amenábar creó una magnífica historia original. Mil perdones por todo lo que alguna vez le dije, espero, en silencio.







lunes, 9 de febrero de 2015

Ida







La vemos en la tarde del domingo, después de la noche de Goyas y antes de ir a tomar café a casa de Vitor y Lina.
Adecuación del contenido y la forma.







sábado, 7 de febrero de 2015

Paco de Lucía, la búsqueda





La vemos en la noche del viernes.
Buen documental gracias a la sinceridad de Paco de Lucía frente a la cámara.



viernes, 6 de febrero de 2015

Geografía



     Ayer, querido Matías, fue tu cumplemés 1.7. Seguro que no fue por este motivo por lo que decidiste madrugar mucho más de lo habitual, pero el caso es que a las 6.30 de la mañana ya estabas dando vueltas en el salón. Despertaste cuando mamá salía de la ducha. A ella le tocó madrugar porque tenía una reunión en Lørenskog y a mí me toco madrugar porque tú, querido Matías así lo decidiste.
     Tu rutina normal incluye un sueñecito de un par de horas a partir de las once o doce de la mañana; pero cuando, excepcionalmente, despiertas y te levantas tan temprano como hoy a partir de las diez ya sueles estar rendido. Seguro que no es por motivo de estar celebrando tu cumplemés 1.7 por lo que hoy has decidido esquivar tu rutina y no caer dormido en ninguna de las ocasiones en que, desde las diez y media más o menos, te he puesto en tu carro con la música relajante y el salón arriba y abajo de cada día.
     Cerca de las tres y media tu cuerpecito dijo basta y, sin música relajante, sin carrito, sin meneito y sin salón arriba y abajo; te quedaste dormido en el sofá mientras yo te estaba cambiando el pañal. Tan profundo era el cansancio que habías acumulado que te he tenido que vestir y subir al coche dormido. Y dormido has hecho todo el camino hasta Lørenskog. Allí hemos recogido a mamá y hemos comido una pizza con tu abuela Teresa antes de regresar a casa.





     Este capítulo se llama "Geografía" no sólo por la canción que te regalo este mes. En estas últimas semanas has empezado a hacer grandes progresos relacionados con esta extraña palabra que todavía desconoces y cuyas dos acepciones más comunes son:

  1. 1
    Ciencia que estudia y describe la superficie de la Tierra en su aspecto físico, actual y natural, o como lugar habitado por la humanidad.





  2. 2
    Conjunto de características que conforman la realidad física y humana de una zona o de un territorio.


     Tu cuerpo pesa exactamente 10.820 gramos y mide (no tan exactamente por no saber hasta que punto tenías encogido el cuello cuando te medimos en la helsestasjon) 82 cm. En tu boca ya han aparecido dos muelas superiores y en la mandíbula inferior colmillos y muelas empiezan a abrirse paso.
     Por fin, tu geografía sentimental empieza a estar clara. Aunque mamá y yo te queremos y cuidamos por igual, por fin mamá es mamá y papá es papá. A mamá es a la primera que llamas al despertar y a mí, tu papá, al último a quien le das un beso de buenas noches. En tu mapa sentimental también tus hermanos tienen su lugar propio. Sabes distinguirlos pero hay que reconocer que con un "Eiiik" los llamas a los dos.  Poco a poco las abuelas también van dibujándose en tu mapa, sus contornos y las letras que forman sus palabras algo difusos (eeeelaaa) y sus nombres todavía desconocidos.
     Tu dos palabras estrella de este mes forman una pequeña, pero muy usual, frase que a veces dices a gritos: yaaaa taaaaa.
     Como puedes ver en la fotografía de arriba con tu pose desenfadada, apoyando el codo en la estantería y rodeado de los libros que hemos conseguido hacerte entender que no puedes tocar todavía; ya has empezado a controlar el espacio interior. Te sientes cómodo en casa, tu hogar, y sabes dónde está cada cosa: tu rincón de juegos, el lugar del sofá que ocupa mamá, el que ocupo yo, tu lugar en la mesa de la cocina y en la del salón, el lugar donde se tira la basura, donde se pone el pan en la tostadora, donde se cocina, la escalera que conduce al dormitorio de tus hermanos y al nuestro, el circuito que comunica mi "oficina" con la cocina, la cocina con el salón y el salón con mi "oficina". Por  conocer, conoces hasta el cajón donde guardo los caramelos PEZ que a veces son mi mejor aliado a la hora de sentarte en el carrito para intentar hacerte dormir.
     Dominas el espacio interior, tu casa, tu hogar; corres y bailas (por Dios cómo bailas, mamá jura y jura que nunca ha visto nada igual) con la confianza de saber que esa pequeña geografía te pertenece.

     Como puedes ver en la fotografía de abajo, estamos todavía en mitad del crudo invierno escandinavo. Sin embargo, los días empiezan a alargarse y durante algunas horas el Sol hace que la temperatura, aún siendo fría, sea agradable. Cuando el tiempo, en sus dos acepciones más comunes, lo permite te sacamos a pasear o te lanzamos por la pequeña pendiente que tenemos en el jardín, en el pequeño trineo que te compramos en Suecia. Poco a poco los días se irán alargando como ahora el Sol alarga tu sombra sobre la nieve, poco a poco esta nieve dejará paso la hierba en el jardín y poco a poco también empezarás a conocer y dominar la pequeña geografía de este pueblo noruego que habitamos.




     Por todo lo que te he contado en las líneas anteriores, porque elegí esta canción para poner música a la secuencia del vídeo familiar de Barcelona que grabamos en Port Vell y quedó tan bien, y porque ojalá que el mundo que heredes se parezca más al que canta Amaya que al que nos desencanta y aterroriza en cada telediario; te regalo, querido Matías, esta canción para celebrar tu cumplemés 1.7.



                               



miércoles, 4 de febrero de 2015

La isla mínima



Película de noche de sábado esperando los Goya de la próxima semana
El espacio, Luís Aller.
la impunidad.






domingo, 1 de febrero de 2015