lunes, 11 de marzo de 2013

Córdoba-Roma-Santiago

Parece un hecho científicamente probado que a partir de la semana 22 ó 23 los bebés empiezan a oír dentro del vientre materno. El sonido que más claramente les llega y el primero que reconocerán después del nacimiento es la voz de su mamá.  A partir de estas semanas su oído ya está formado y funcionando de manera que empiezan a oír ruidos y sonidos del exterior.

También parece un hecho científicamente probado que si a un bebé se le pone todos los días la misma melodía, cuando nazca será capaz de reconocerla y por ello escucharla le tranquilizará y le dará seguridad.

Tenemos más que comprobado que Matías nos oye: oye nuestras voces, el sonido del timbre de la farmacia, la música que suena en nuestro coche... Sabemos que Matías nos oye porque cuando se salta su rutina de movimientos diarios o cuando llevamos algunas horas sin percibir que se mueve, me acerco al vientre de Nathaly y le hablo. Matías no tarda más de unos segundos en responder con un movimiento que nos tranquiliza y a mí me dibuja una sonrisa de bobo en la cara: mi niño me oye.

Para comprobar si eso que cuentan de la música es cierto, hemos pasados algunos días pensando qué música nos gustaría ponerle a nuestro bebé cada día. Al final la elección ha sido muy fácil: Vicente Amigo porque su música nos ha gustado siempre y porque deseamos que a Matías también le guste; también porque Vicente es cordobés y Matías, aunque nacerá lejos de Córdoba, tendrá, como todo cordobés, el privilegio de nacer donde quiera y ser tan cordobés como La Mezquita.

De Vicente había muchos temas que a Nathaly y a mí nos gustaban y, de entre ellos, más de uno que tenía que ver con nuestra propia historia; pero queríamos algo nuevo para Matías. Por eso, y porque nos parece preciosa la melodía, hemos elegido el tema Roma, de su último trabajo Tierra.






Escuchando la melodía celta que acompaña su guitarra en este tema y viendo que el vídeo clip se grabó en el Camino de Santiago, no alcanzo a imaginar porqué Vicente Amigo le puso Roma por título; pero el caso es que hace un par de años pasamos unos días en Roma y que hacer el Camino de Santiago es uno de nuestros sueños.

Querido Matías: tu mamá y yo queremos que cada día oigas esta canción y nos gustaría que cuando nazcas la escuches y estaremos a dispuestos a interpretar cualquier sonrisa tuya, cualquier gesto, de forma positiva. Este tema formará parte de nuestra historia familiar y algún día volveremos a la Ciudad Eterna, algún día llegaremos a Santiago después de un largo camino y siempre, siempre, volveremos a Córdoba.


http://www.youtube.com/watch?v=7oM3a_9_qZQ


lunes, 4 de marzo de 2013

Cumplo 41.

Y, aunque estoy seguro de que si me afeito la barba aparento unos cuantos menos, pienso que 41 es una edad estupenda. De hecho, desde hace mucho tiempo tengo claro que lo mejor está por llegar.
El año pasado inauguré el casillero del 4 y la verdad es que de momento no hay rastro de eso que llaman la crisis de los 40 y que, al parecer, nos afecta sobre todo a los hombres.
Mi hermano hilvanó una maravillosa carta hablando del "vértigo": del tiempo pasado y también del que falta por llegar; de los que fuimos, de los que ahora estamos y de los que esperamos... de la familia que somos.

Del ayer me quedan los cumpleaños que mis padres organizaban esforzándose porque fueran siempre sorprendentes, siempre mágicos; me queda un puñado de regalos que todavía guardo: una montaña de libros, una guitarra, una radio despertador, el recuerdo de una Motoreta, un viaje a París...; me quedan sobre todo las cartas de mi madre, de mis hermanos, de mi cuñao y de mi Nathaly para celebrar todo lo que hemos vivido y lo que nos queda por vivir.

De pequeño quería saber y controlar lo que me iban a regalar para no desperdiciar la oportunidad de conseguir algo que quería; ahora lo que no quiero es desperdiciar la oportunidad de recibir una sorpresa.

A la hora en que escribo estas líneas aún me faltan felicitaciones que recibir y algún que otro regalo. La carta más bonita me llegó esta mañana, todavía entre las sábanas. Últimamente soy de llanto fácil, pero en soledad, así que las lágrimas de alegría me las guardé para un poco más tarde. No tengo ni la menor idea de los regalos que me llegarán esta noche, así que estoy tan feliz y contento esperando a que Nathaly salga del trabajo.

El regalo más importante de este año vive en su vientre y es por él que ahora le pido al cielo que me conceda otros 41más para poder acompañarlo en su camino, para contarle tantas, tantas cosas, para viajar, para jugar al fútbol, para llevarlo al Bernabeu, para enseñarle a leer, para verle crecer cada día junto a sus hermanos, para que llegue un día en que, con cualquier excusa,  la mesa en el jardín sea enorme y reúna a todos sus tíos y primos en una fiesta improvisada;  para verle cumplir los 40 sin rastro de la temida crisis de la edad. Nathaly dice que ella quiere un poco más, a mí ya me va bien despedirme un poco antes y dejarlo en sus manos, más bien dejarla a ella en las de él, que espero sean tan fuertes y cariñosas como lo son ahora las de su mamá.

Porque soñamos tanto con él, porque se lo pedimos tanto, porque tantos se lo pidieron por nosotros; nuestro hijo se llama Matías,  su nombre significa regalo de Dios.