miércoles, 30 de septiembre de 2015

For the heart band


     El próximo sábado, 3 de octubre, grabaré el concierto de The Soul Orchestra en Rømskog Kulturhus. Este nuevo trabajo nace de uno anterior que grabé a principios de año. En los primeros días de enero, estando todavía mi madre con nosotros, ella, Nathaly, Matías y yo fuimos a Skoterud, cerca de la frontera sueca; para grabar el concierto homenaje a Elvis de Håkon Hauer y su banda. La masiva afluencia al concierto y exceso de ruido para Matías obligaron a Nathaly y mi madre a pasarse un par de horas en el coche en pleno invierno Noruego. Con buenos abrigos y una ayudita de la calefacción de vez en cuando pasaron bien el rato.

     El concierto fue un éxito rotundo por estos lares. La imagen de abajo es la portada del CD que se grabó en directo. El DVD tardó un poco más porque ellos quisieron añadir algunos filtros de sonido. Poco antes de las vacaciones de verano me llegó el archivo de sonido y se lo puede terminar antes de viajar a Almería. El líder de la banda, Håkon Hauer, estaba como un niño con zapatos nuevos: muy feliz y satisfecho con el trabajo. En la puerta de casa me dijo que volveríamos a vernos y trabajar. Confío en que así sea.




     Yo también quedé muy contento con su comentario y no dudé en editarles este showreel que ahora comparto con los familiares y amigos íntimos que lean este capítulo.


                            


domingo, 27 de septiembre de 2015

Que tinguem sort

                     
   Las cosas deberían ser mucho más sencillas, tan sencillas como las buenas canciones o como los buenos discursos. El problema es que ya no hay tantos que escriban buenas canciones y casi ninguno que se crea su propio discurso, mediocre en el mejor de los casos y mentiroso, con distintos grados de culpa, las más de las veces.
   
     El título de este capítulo es el título de una canción de Lluis Llach. Conocí al famoso cantautor catalán en la grabación de un documental sobre su último trabajo discográfico y una serie de conciertos con la que se despedía definitivamente de los escenarios. Mis compañeros de Media Pro tenían curiosidad por conocer mi opinión sobre Llach. De manera espontánea ante su insistencia se me escapó un: "el tipo canta bien". Días más tardes mis compañeros me regalaban y dedicaban un CD de Llach con mi frase, "ese tipo que canta bien", rotulada en él. De manera muy amistosa, mis compañeros de Media Pro siempre me ayudaron a comprender y participar de la cultura catalana. Las canciones de Llach llegaron a gustarme mucho más de lo predecible. Después de grabarle en su casa de Porrera, en sus viñedos, sentado al piano en su salón y los conciertos de Sants, Poble Nou, El Liceu y l´Aduditori; pase un buen tiempo tarareando y cantando sus canciones. Descubrí en aquel "tipo que cantaba bien" a uno de los más grandes cantautores que conozco. Aquél programa se cerró con una cena improvisada en un restaurante gallego de Sants. Compartimos mantel, orujo y risas dos catalanes, un alemán y un andaluz.

     En las elecciones que se celebran hoy en Catalunya, Lluis Llach se presenta como cabeza de lista por Girona de una extraña coalición de dos partidos antagónicos, un matrimonio de conveniencia, que sólo está de acuerdo en desear que Catalunya sea un estado independiente. Artur Mas, líder de Convergencia Democrática de Catalunya y Oriol Junqueras, líder de Esquerra Republicana de Catalunya son los dos políticos más destacados en esta candidatura que han dado en llamar "Junts pel Sí". El tecer actor de este "proceso soberanista" que vive hoy un capítulo esencial, es el Presidente del Gobierno Español, Mariano Rajoy.

     No conozco personalmente ni a Mas ni a Rajoy. Políticamente los considero mediocres a los dos, muy mediocres, aunque a Artur Más, hasta hoy, hay que reconocerle un mayor talento estratega. Los dos han dicho gran cantidad de sandeces, a los dos les gusta creer que hablan en nombre o por el bien de todos los españoles (catalanes incluidos) y de todos los catalanes (que obviamente no son españoles). Los dos presiden partidos políticos acusados de gravísimos delitos de corrupción. Los dos se han valido de este "pulso soberanista" para desviar la atención de su pésimo gobierno y tapar los escándalos de sus partidos. A mí, los dos (tanto monta, monta tanto) me provocan un bochorno escandaloso.

     A Oriol Junqueras sí que le conozco personalmente. Coincidí con él en el programa Barcelona sota el franquisme. Yo era el director del programa y Oriol tenía a su cargo una sección histórica. Salíamos a la calle, en Barcelona, con una fotografía enorme que ilustraba el contenido de cada programa; y Oriol explicaba, megáfono en mano, a los transeúntes los entresijos del momento histórico en que se había tomado la fotografía. Ya en plató Oriol introducía el contenido del programa junto a Manuel Campo Vidal.Yo tuve una excelente relación con Oriol Junqueras. En los días que pasamos juntos Oriol era un profesor de historia y un gran comunicador. Aunque ya me hablaba de la posibilidad de presentarse como candidato a la alcaldía de su pueblo, todavía no había comenzado su etapa política. Sabedor de que yo era andaluz y español (no hay conflicto entre estas dos identidades) y del Madrid, Oriol nunca me oculto su apasionado independentísmo, su amor profundo por el pasado de Catalunya y su no quimérica esperanza de una Catalunya Lliure. Aunque no comparto algunas de sus ideas y aunque su compañero en este viaje me provoca bochorno, Oriol Junqueras continúa teniendo todo mi respeto y mi cariño y, de haber seguido viviendo en Barcelona, seguro que hubiera sido un placer tomar un café con él.

     Situados ya los tres actores principales, toca desarrollar el argumento. Hoy, los catalanes mayores de edad votan para elegir una nuevo Govern de la Generalitat de Catalunya. Escudado en el enrocamiento de Rajoy, la estrategia de Mas pasa por convertir estas elecciones en un plebiscito y, si el resultado le es favorable, llegar a proclamar la independencia de Catalunya en un año y medio.
     Llevamos ya mucho meses, y quince días finales de traca, escuchando amenazas, burradas y estupideces de uno y otro bando. Cada cual quiere enarbolar más alta su bandera, cada cual se siente más legitimado para hablar por todos. Cada vez las palabras son más grosas y los discursos más vacíos.

     A mi forma de ver, ni España ni Catalunya son entes sagrados ni inamovibles. A mi modo de ver Catalunya y España deberían ser lo que los catalanes y españoles quieran que sean. El abanico de posibilidades es amplio y la mejor manera conocida de dilucidad estas cuestiones es la de un voto por persona.

     Entiendo que la Constitución del 78 es una herramienta de derecho, un pacto de convivencia, que en muchos de sus textos es inalcanzable y en otros ha quedado obsoleto. Entiendo, después de vivir felizmente en Catalunya durante once años, que una parte muy numerosa del pueblo catalán desea fervientemente formar un Estado propio e independiente. Entiendo que una decisión de tal calibre, con tal cantidad de consecuencias jurídicas, económicas y sentimentales; debería ser objeto de gran reflexión, de largo diálogo y de mucha comprensión y buena voluntad por parte de todos los actores.

     No entiendo el enrocamiento de un partido político que, apoyado en su mayoría absoluta, gobierna con despotismo. No comprendo que no se permita un referéndum con la única excusa de no estar recogido en la Constitución del 78. No entiendo que se les llame plebiscitarias a una elecciones en las que no vale lo mismo el voto de cada persona. No entiendo que el candidato a President no ocupe el primer lugar en su lista. No entiendo que el debate sobre una cuestión tan importante se haya llevado tan mal, tan pésimamente, con tan poco reflexión, tan poco diálogo y tan mala voluntad por parte de casi todos los actores.

     Después de vivir felizmente en Catalunya durante once años, entiendo que por motivos históricos, por entidad territorial y por razones culturales y sentimentales; los catalanes tienen completo derecho a decidir la forma en la que quieren o no formar parte del Estado Español.
     Después de cuarenta y tres años de vida, muchos libros en la mochila y un montón de viajes por toda España y por parte de mundo; le tengo un profundo respeto a las tradiciones, al idioma o al habla, a la cultura de cada lugar. Reconozco en España un conjunto heterogéneo y plurinacional, y es en esa variedad, donde encuentro la belleza de una España que no es tan grande, que no es una, y que sólo será libre si lo son sus habitantes.

     Soy andaluz y español y viva donde viva (ahora en Noruega y antes en Catalunya) lo seguiré siendo de por vida. Mis tradiciones, mi acento, mi cultura son los que me provocan una lágrima, un escalofrío, el sentimiento, difícil de describir, de estar en "casa". Por ese profundo amor que le tengo a "lo nuestro" me es fácil entender, comprender y tomar cariño a otras tradiciones, acentos y cultura que para otros pueblos son "los suyo"; y "lo suyo" es tan importante como "lo nuestro".

     Desconozco cual sería mi sentimiento si yo fuese catalán: los hay que quieren la independencia a todo costa, los hay que quieren una independencia pactada, los hay que quieren formar parte de un Estado Federal Español, los hay que quieren que nada cambie. Personalmente, hoy, me cuesta imaginar una España sin Catalunya y también una Catalunya fuera de España. Mi proyecto territorial tiene mucho más que ver con aquella utópica IBERIA que deseaba mi admirado José Saramago y en la que de la propuesta federalista formaba parte también el pueblo portugués.

     Lo que no comprendo, lo que me irrita, lo que me cabrea son los insultos, los desprecios, las comparaciones odiosas, el decir o sentirse mejor que los otros, la invocación de la fuerza, de las armas, la guerra de banderas. Dejemos, por favor, los piques con más o menos salsa y las tonteras, para los campos de fútbol, pero sin llegar a la barbarie. Lo más cerca que he estado de ver la cara del odio fue en el Camp Nou en un Barça-Madrid. Y eso que aquel partido lo ganó el Barça.

     Poco antes de dejar Barcelona para venirme a vivir a Noruega, un amigo sonidista trabajaba en un extraño proyecto. Los protagonistas eran José Luis Rodríguez Zapatero, Lluis Llach y Pep Guardiola. Una de las cosas que grabó mi amigo fue un Barça-Madrid en la Moncloa. El proyecto, desconozco los motivos, finalmente no vio la luz. Mi amigo fue hermético en sus comentarios y yo fui muy discreto en mi curiosidad. Me hubiese gustado ver ese programa, mucho más me hubiese gustado estar en la grabación.

     Hoy, sin embargo, me alegro de no estar en Barcelona. Visto el cariz que la campaña electoral ha ido alcanzando, visto el posicionamiento que los políticos exigen, el sectarismo, y la distinción entre buenos y malos catalanes, entre catalans y botiflers a la que quieren reducir la cuestión y el discurso, la neutralidad hubiese sido casi imposible. Tarde o temprano un titular, una opinión acalorada, un desprecio mal disimulado hubiese arruinado una buena cena en un gallego con gente de aquí y de allá, obligada a hacer defensa a ultranza de "lo suyo".

     Las cosas deberían ser mucho más sencillas. tan sencillas como la letra de esta canción de Llach que rescato en un vídeo de La 2 de TVE, en Teatre Grec de Barcelona, un escenario tan querido por mí. Las cosas deberían ser tan sencillas como que:

Si me dices adiós 
quiero que el día sea limpio y claro, 
que ningún pájaro 
rompa la armonía de su canto. 

Que tengas suerte 
y que encuentres 
lo que te ha faltado en mí. 

Si me dices "te quiero", 
que el sol haga el dia mucho más largo, 
y así, robar 
tiempo al tiempo de un reloj parado. 

Que tengamos suerte, 
que encontremos 
todo lo que nos faltó ayer. 

Y así toma todo el fruto que pueda dar 
el camino que, poco a poco, escribes para mañana. 
Que mañana faltará el fruto de cada paso; 
por eso, a pesar de la niebla, debes caminar. 

Si vienes conmigo 
no pidas un camino llano 
ni estrellas de plata 
ni una mañana llena de promesas, 
solamente un poco de suerte, 
y que la vida nos dé un camino 
bien largo.   



                           


     El problema es que no quedan tantos que sepan escribir buenas canciones…


viernes, 25 de septiembre de 2015

Nader y Simin, una separación


     En esta edición de 2015, el Bollywood Fest dedicó una noche al cine iraní. El festival presentó la película: What men don´t know about women; y contó con la presencia de su director y del actor y la actriz protagonistas. Después de la proyección de la película se celebró una cena con platos típicos de la gastronomía iraní.
     Este fue uno de los muchos actos que este año grabé para el Festival. Al caer en sábado, Nathaly y Matías pudieron acompañarme. La idea era grabar sólo al final de la película. Sin embargo, Nasrullah me envió un mensaje para decirme que le gustaría que grabase también un poco antes, cuando llegase al cine el equipo de la película. Así pues, me presenté en el cine casi una hora antes del inicio de la proyección y fui grabando la llegada de un publico en su mayoría de procedencia iraní. Casi ninguna de las mujeres que acudió al estreno llevaba pañuelo. Los protagonistas llegaron pocos minutos antes del inicio: el director, muy sonriente; el actor, con cara de confundido, la actriz elegante y con pañuelo.
     Podría haberme quedado a ver la película. Aunque no hubiese comprendido una sola palabra de farsi, no habría tenido ningún problema en comprender el argumento. Nathaly me había traducido la sinopsis escrita en la revista oficial del Festival. Resulta que en Irán un hombre, además de su esposa oficial, puedo tener durante un año una esposa provisional. En este caso, pasado el año, ella decide no renovar el contrato y dejar al hombre a cargo del hijo que acaba de tener. La trama era tentadora, pero sin ninguna duda, decidí pasar de la película y salir a encontrarme con Nathaly y Matías para dar una vuelta por Lørenskog.
      Dos horas más tarde, regresé al cine para grabar los comentarios de los protagonistas y la cena de gala.




     Hoy he terminado de montar el vídeo resumen del evento y tengo ganas de volver a ver una película iraní. Lo más ortodoxo habría sido, quizá, elegir algún clásico de Abbas Kiarostami, pero imaginé la cara que pondría Nathaly a los cinco minutos de película y desistí. Hace algunos años vimos juntos: A propósito de Elly, de Asghar Fahardi. Nos gustó. Un poco más tarde yo vi: Nader y Simin, una separación, también del mismo director. Me gustó todavía más. Como Nathaly no la había visto, le propuse verla esta noche.

     Nader y Simin son un matrimonio iraní. Viven en Teheran y tienen una hija. Nader tiene un padre enfermo de alzheimer. Simin quiere salir del país, tiene la oportunidad de mejorar laboralmente y desea un futuro diferente para su hija. Nader se siente en la obligación de cuidar a su padre enferme y se niega a acompañar a Simin. Con la secuencia de la petición de divorcio da comienzo la historia. La hija, menor de edad, tiene ante sí la difícil decisión de elegir entre abandonar Irán con su madre o quedarse con su padre. Nader contrata a una mujer para cuidar a su padre y a partir de aquí no puedo leer más para no destripar toda la historia a los familiares y amigos íntimos que lean este capítulo y tengan interés en ver esta magnífica película, con final de obra maestra.



     La primera vez que la vi, me sorprendió encontrar en las localizaciones, en las acciones, en los gestos y en los rostros una familiaridad difícil de explicar. Me di cuenta de que muchas de las cosas que veía en la película tenían el poder de evocar mi propia infancia. Mi abuelo Agustín y mi abuela Expectación vivieron con nosotros toda la vida. En mi infancia los coches eran pequeños y los pisos grandes y en la vida había cosas más importantes que el dinero. Si obviamos algunas consideraciones religiosas el Irán actual que descubro en esta película no es tan diferente de la Córdoba que habité en mi infancia, ni siquiera de la Córdoba que reencuentro en cada regreso. Termino de ver la película y saco de la estantería el cómic "Persépolis" de Marjane Satrapi.


                           


jueves, 24 de septiembre de 2015

Edelkrepsens biologi og forvaltning (Kreps 2)



     En noviembre de 2013 publiqué un capítulo en este cuaderno virtual titulado Kreps. En él relataba un día de grabación, a finales de septiembre, en un lago cercano, que daba comienzo a un nuevo proyecto. Aquel día de grabación fue uno de los primeros días que alejaba un rato de mi pequeño Matías. Ilustraban aquel capítulo unas bonitas fotografías del recién estrenado otoño de 2013.
     Por motivos del todo ajenos a esta diminuta productora que Nathaly y yo compartimos, el proyecto se ha ido alargando y alargando en el tiempo y reduciendo en contenido. La idea original era realizar dos vídeos: uno muy didáctico sobre la forma correcta de desinfectar los embarcaciones y los elementos de pesca para moverlos de un lago a otro; y el segundo, más teórico, sobre la biología y hábitat del cangrejo autóctono noruego y los peligros a los que se enfrenta.
   
     A finales del verano de 2014 grabé la segunda secuencia de este proyecto. Usando la cámara Go Pro grabé en un pequeño río a unos cuantos ejemplares de "edelkreps". Meses más tarde grabé tres entrevistas y la grabación se daba por terminada. Quedó en el limbo la idea original de realizar algún tipo de secuencia cómica con actores que aligerase el contenido del vídeo y lo hiciese más accesible al público joven. También se fue, de momento, al limbo la idea de hacer el segundo vídeo. Por suerte el presupuesto no varió ni una corona.

     Casi dos años más tarde el vídeo está listo, el cliente muy satisfecho y feliz y, aunque más moderadamente, también satisfecho y feliz.
     Para los familiares y amigos íntimos que desconocen (sólo un poco más que yo) el idioma noruego, les cuento que en el vídeo se describe el cangrejo autóctono noruego, actualmente amenazado por otras especies de cangrejo invasoras, se resalta su importancia medioambiental, social y cultural, y se intentan concienciar sobre la necesidad de protegerlo de nuestra actividad y de las especies invasoras que accidentalmente hemos ido trasladando hasta su hábitat.




                              

sábado, 5 de septiembre de 2015

Ya ves





     Ayer, querido Matías, empezó el nuevo Bollywood Festival y hoy es tu cumplemes. Ayer antes de salir de casa elegí para ti una canción de Anoushka Shankar (durante un tiempo, cuando Kevin tenía 5 años, uno de sus temas fue su favorito) sin embargo, en el coche cambié de idea. Nunca viajo solo. Aún cuando nadie me acompaña pienso que tu abuelo Joaquín viene sentado a mi lado, en la visera que hay sobre la luna delantera llevo siempre a María Auxiladora, la Virgen del Rocío y el Rescatado; don Bosco siempre está presente y en esos viajes en los que "nadie" me acompaña siempre suena algún disco de Ismael Serrano.
     Pocos kilómetros antes de llegar a Fetsund suena este Ya ves que da título al capítulo de tu cumplemés 2.2.

Ya ves, a veces me canso de ser hombre y también 
me agota escuchar que todo va bien, 
y ver tristes hombres mirando al sur, 
y no existir si no me miras tú. 

Ya ves, a veces me canso de perderte y saber 
que estamos solos y no va a volver 
Guevara para darme la razón 
de no verte tendida en mi colchón. 

Y mientras tanto, 
estrépito de andamios, 
pateras y naufragios, 
desvelan nuestro sueño. 

Y mientras tanto, 
si hoy se cae la habana, 
¿el día de mañana 
quién será nuestro dueño? 

Así yo canto para recordar 
que sigues a mi lado, 
que aún sueñas despierta porque así 
vencemos el cansancio. 

Así yo canto para recordar 
que aún seguimos vivos, 
si no ves más allá de tu horizonte 
estaremos perdidos. 

Ya ves, a veces me canso de ser libre, de ser 
libre para venderme y caer 
muerto donde mi libertad prefiera, 
siempre al otro lado de tu frontera. 

Ya ves, a veces me canso de mí y de no tener 
valor para buscarte y cometer 
todo delito que este amor exija. 
"Quieta ahí, tus labios o la vida". 

Y mientras tanto, 
estrépito de andamios, 
pateras y naufragios, 
desvelan nuestro sueño. 

Y mientras tanto, 
si arde Lacandona 
si Marcos abandona, 
¿quién será nuestro dueño? 

Así yo canto para recordar 
que sigues a mi lado, 
que aún sueñas despierta porque así 
vencemos el cansancio. 

Así yo canto para recordar 
que aún seguimos vivos, 
si no ves más allá de tu horizonte 
estaremos perdidos.



         

   
     Hace pocos días la foto de un niño sin nombre, un angelito quizá un poco mayor que tú sacudió a toda Europa y revolvió las entrañas de la gente. La foto es insoportable, obscena, repugnante porque es toda su cruda realidad muestra como son siempre los más inocentes los que pagan el precio de la ambición y la maldad de los que se sienten más poderosos que los demás. Esa maldita realidad que la fotografía retrata fielmente no deja de pasar una y otra vez por mi cabeza. Pocos kilómetros antes de llegar a Fetsund, Ismael Serrano canta Ya ves y yo rompo a llorar.
     Termino de grabar la gran gala de inauguración del Bollywood Festival que este año contó con la presencia de la Primera Ministra noruega y, al regresar a casa, te encuentro a ti dormido y a mamá llorando en el sofá porque no puede sacarse de la cabeza esa terrible fotografía.


     He dudado mucho si incluir o no en esta capítulo la fotografía de ese pequeño inocente que yace ahogado, mirando el mar, en una playa griega. Encuentro un dibujo de Murat Sayin que hace más soportable la visión de ese cuerpecito doblado que mira al mar. Ojalá que para ese niño, y para tantos otros que murieron, mueren y seguirán muriendo huyendo de una guerra de intereses y oscuras luchas de poder, todo fuera un sueño y despertase feliz en una playa griega en la que el Sol calienta pero no quema, en la que la arena es mullida y blandita, en la que agua tiene la temperatura perfecta, en la que puede hacer pie durante kilómetros para jugar con los barquitos de papel que otros niños, venidos de mil tierras, le ofrecen. Y ojalá, que el día parezca casi eterno, sólo casi, y que cuando el Sol empiece a desaparecer tras el mar, nuestro niño, todos los niños, al dejar de jugar reencuentren las miradas sonrientes y orgullosas de sus padres.

     Todavía, querido Matías, tardarás un tiempo en empezar a leer los capítulos de este cuaderno virtual.    Tendremos tiempo entonces para hablar de que el "min" que acabas de aprender en la guardería y con el que defiendes lo tuyo frente a los demás es sólo relativamente importante‚ que, en realidad lo que importa es saber que nosotros somos Todos y que las cuestiones de pensamiento, religión, ideología, geografía, cultura… son solo detalles; que "… si no ves más allá de tu horizonte estaremos perdidos".