jueves, 28 de abril de 2016

Expiación





     Desde el comienzo de 2016 publico en mi muro de facebook una fotografía de cada libro que leo. La fotografía de arriba la hice en la Kulturhus de Lillestrøm entre la primera y la segunda sesión del espectáculo "Skedsmo Voices. The movie" que estaba grabando. Durante las pausas pude empezar a leer las primeras páginas. Al terminar la segunda función, Erik entró en la sala para ayudarme a cargar los trípodes. Se alteró mi rutina y al guardar el equipo dejé olvidado el libro entre el asiento y el respaldo de una butaca. Camino de casa, conduciendo, vi claramente la fotografía mental de la maleta de cámara. En ella faltaba el libro. Al día siguiente, domingo, Nathaly llamó al teatro: nadie tomó el teléfono, no había función ese día. El lunes a primera hora volvió a llamar y le comentaron que avisarían al equipo de limpieza. Por la tarde nos llamaron del teatro: lo habían buscado pero el libro no había aparecido. Aunque se trataba de una modesta edición y de un libro que ya había leído hace unos años, no oculto que la noticia de su pérdida me fastidió bastante. De inmediato dejé anotado en el calendario que una de las primeras cosas que haría al llegar a Córdoba en verano sería comprar un nuevo ejemplar de Expiación. Al día siguiente borré la anotación: volvieron a llamarnos del teatro con la noticia de la aparición del libro.
     Hace muchos años, en el Gran Teatro de Córdoba, dejé olvidada la cartera en mi butaca después de ver la película Vértigo de Alfred Hitchcock. En aquella ocasión sólo tuve que esperar al día siguiente para recuperarla intacta. Un tercer caso similar llevaría a formular la hipótesis de que no los ladrones no se pasean por los teatros.




     Después de haber sido un espectador compulsivo, un consumidor "omnívoro" de películas: nada me importaban épocas, géneros, directores o reparto; dejé, casi de golpe, de ir al cine. Durante mis últimos años de cámara, recorriendo Catalunya; y durante todo el tiempo en que fui realizador de programas de televisión de corte documental apenas pisé una sala de cine en Barcelona. Quizá fuese la trilogía de El Señor de los Anillos una de las pocas excepciones. Es probable que viviendo la profesión desde dentro, creando secuencias y diseñando programas, perdiese durante un tiempo el interés por las películas.
     Cuando venirme a vivir a Noruega era ya un plan bastante definido, volví a ir al cine durante los meses que restaban hasta mi partida. Si bien es cierto que nunca con la avidez y pasión con la que acudía al cine en Córdoba para no naufragar entre códigos y decretos, sí que volví a disfrutar de un buen puñado de películas en soledad.

     Recuerdo perfectamente que la primera de esas películas previas a mi vida en Noruega fue Expiación. Desde el primer minuto supe que estaba viendo una gran película: los primeros planos, la fotografía, la música, el sonido de la máquina de escribir, la narración discontinua… Como había entrado al cine, el Renoir Floridablanca junto al Mercat de Sant Antoni, sin haber leído siquiera una sinopsis del argumento; me sorprendió el abrupto salto temporal hasta los primeros años de la II Guerra Mundial. El plano secuencia de las playas de Dunkerke en plena retirada del ejército británico en el año 1940 me pareció, y me sigue pareciendo, magistral. Un nuevo salto temporal, un reencuentro con un personaje capital y la historia sigue avanzando hasta el golpe final, un puñetazo directo al estómago, un final sorprendente que da sentido al título de la obra.

     De inmediato compré la novela de Ian McEwan que adapta la película. Con el libro, magnífico, descubrí un nuevo autor del que comprar cada nueva novela que publique. Algunos podrían pensar que Joe Wright, director de Expiación, al adaptar con absoluta fidelidad la novela, tuvo un trabajo sencillo. La película, soberbia, transcribe fielmente el argumento pero adaptando la prosa de Ian McEwan a un majestuoso lenguaje cinematográfico. Es posible disfrutar de la misma historia de dos formas diferentes sin que una prevalezca sobre otra, sin que una quede empequeñecida por la otra, sin que una se convierta en una vulgar y mediocre sombra de la otra.

     Poco antes de venirme a vivir a Noruega compré el DVD de Expiación. Volví a ver la película con Nathaly: a mí me siguió pareciendo una obra maestra, a ella no la conquistó. Todavía, digan lo que digan y por mucho que las salas sean cada día más pequeñas,  no se ha inventado un televisor o salón de casa que sea capaz de amplificar las emociones como lo hace "la linterna mágica".

     

                         


     Este mes de abril decidí que era un buen momento para volver a leer a Ian McEwan. Acabo de releer y ver Expiación. Las he vuelto a disfrutar, me han vuelto a emocionar y siguen pareciéndome igual de imprescindibles.

     A Nathaly se le da extraordinariamente bien sorprenderme con viajes. En este momento la prioridad son siempre los viajes de vuelta a Córdoba. Cuando el tiempo y el presupuesto permiten una escapada imprevista, no soy muy de grandes distancias y destinos exóticos. Me queda tanto por visitar en nuestra vieja Europa y en mi querida España.
     Aprovecho el final de Expiación para iniciar una lista de lugares, tal vez no imprescindibles, pero sí que me gustaría mucho poder visitar; algunos de ellos, reconozco, por motivos infantiles. Con los Seven Sisters (la fotografía de abajo) inauguro esta lista desordenada de lugares.





miércoles, 20 de abril de 2016

Komorebi Fortellinger 2016 1.- Val





     Después de algo más de ocho años viviendo en Bjørkelangen, después de poco menos de 7 buscando clientes y trabajando con grupos de teatro, conciertos y pequeños vídeos promocionales y culturales, después de haber conseguido, con mucho esfuerzo y con la ayuda de Nathaly, alcanzar una buena reputación en nuestra comuna; decidí hace algo menos de un año que había llegado el momento de desarrollar proyectos propios, sin soporte económico, sin un objetivo preciso y con unas posibilidades de exhibición precarias y moderadas.

     En este último año he desarrollado un proyecto para realizar un documental sobre el proceso creativo vinculado al paisaje y al entorno. De momento las diferentes solicitudes de subvención no han tenido éxito. Junto a los artistas locales incluidos en el proyecto seguiremos intentando conseguir la financiación necesaria.
     A falta de un par de horas de grabación y algunas fotos y dibujos, tenemos casi a punto de cerrar una demo de 4 minutos acerca de un proyecto documental sobre la F-Ruta: la ruta que siguieron los refugiados noruegos durante la II Guerra Mundial camino de Suecia. En pocas semanas la demo estará terminada y empezaremos con el capítulo de la financiación.
     El proyecto más largo y, en este momento, más estrenaste es un largometraje documental sobre el pueblo que, desde hace algo más de ocho años, habito y alguna de las personas que he conocido. El proyecto, totalmente independiente, estará probablemente terminado dentro de un año. Faltan por grabar 5 personajes y un puñado de secuencias, falta cortar, poner en orden e intercalar las entrevistas; falta por ver, sobre todo, si después de tanto esfuerzo, si después de involucrar a tanta gente, el resultado merece la pena.

     Más de una noche me he ido a la cama con la sensación de estar tocando muchas teclas sin conseguir emitir ningún sonido claro. Demasiados proyectos en marcha sin concretar, sin terminar.
De este ansiedad nocturna nació la idea de los "Komorebi Fortellinger".
     La idea, bien sencilla, nació bastante antes del hallazgo de la palabra que aglutinará en una, confío que larga, serie de pequeñas películas documentales.
   
     La palabra japonesa "Komorebi" define los rayos de luz solar que se filtran entre las ramas y hojas de los árboles. La palabra apareció en plena tormenta de ideas junto a Nathaly. Nos gustó su sonoridad y nos entusiasmó su significado. Como esos mágicos momentos en los que el Sol centellea entre las hojas de los árboles pensamos que son las historias que de a poco iremos recolectando.




     Lawson Vallery, Val para los conocidos y amigos, tiene 73 años y en el momento de su vida que recoge esta pequeña historia está grabando su primer álbum.


                             


     Confío en que algunos de los familiares y amigos íntimos que leen este cuaderno dediquen ocho minutos y medio a esta primera "Komorebi Fortellinger" o Relatos Komorebi y algún instante más en compartir conmigo su opinión.



martes, 19 de abril de 2016

Skedsmo Voices. The movie



   


     Este es uno de esos capítulos breves que no tienen más objetivo que dejar constancia y compartir el showreel de alguno de los espectáculos que grabo. En este caso fue el pasado sábado 16 de abril, fecha en la que se celebraba el cumpleaños de la madre de Nathaly. Como el espectáculo, un bastante completo repaso de grandes momentos de la música en el cine, coincidía con la hora de celebración del cumpleaños; me quedé sin poder asistir a una reunión que luego Nathaly me comentó fue pelín multitudinaria.

     Nathaly y Matías vieron un rato del ensayo general y otra rato del primer show antes de ir a casa de la madre de Nathaly. Hoy colgué este mismo showreel en mi muro de Facebook y recibo el siguiente mensaje de un compañero de colegio:

Estas cosas son las que explican por qué en España nos va como nos va. Mientras que aquí la masa juvenil se vuelve loca por Mujeres-Hombres y todas sus Berzas, GH VIP y otras inmundicias televisivas en otros países hacen cosas como esta que son espectaculares, estoy alucinado viendo el vídeo…  

     Poco que añadir al comentario de mi compañero de estudios de BUP y COU, sólo que viendo el show me entraron muchas ganas de volver a ver algunas películas y de empezar a disfrutar de algunas "asignaturas pendientes".



                              

sábado, 16 de abril de 2016

Un día perfecto







Noche de viernes.
Fernando León de Aranoa
Recuerdos de Bosnia

Gran película: últimos días del conflicto, un conflicto tan sin sentido como las peripecias de los protagonistas en busca de una cuerda (al final la lluvia, soluciona el problema) y las trabas burocráticas.
La sencillez de la ganadera, siguiendo las vacas para sortear las minas.
La dureza de la historia de Nikola

Matías tiene un amigo serbio, Viktor
Hace unas semanas, el último día de Påske  estuvimos en su casa "la guerra siempre la guerra" y carácter balcánico

martes, 5 de abril de 2016

La Maza



El martes 8, mamá pudo salir antes de la famacia y, juntos, fuimos a recogerte a la guardería antes de tiempo. Estabas jugando con Cecilie y tardaste más de cinco minutos en notar nuestra presencia. En esos minutos asistimos, espectadores privilegiados a tu cotidianeidad sin nosotros.

Ve ves y gritas "papá de Matías" y te arrancas a correr hasta mis brazas. Después ves a mamá. Te sorprende verla allí para recogerte. Te repones de inmediato a la sorpresa y le pides que te acompañe para enseñarle tus juegos, tus cositas en la guardería, las cosas que vas aprendiendo a hacer, la forma en que te relaciones con las "tias" y con los demás niños.



El día 26 de abril Silvio toca en el Plaza de Toros de Córdoba.



domingo, 3 de abril de 2016

El baile de la Victoria





El sábado amanece lluvioso. Vamos a la farmacia a primera hora. En el Rema Nathaly me dice que tiene ganas de comer completos.
La perspectiva de pasar desde las 10.30 encerrados en casa viendo la lluvia desde la ventana nos impulsa a visitar el primer loppemarked de la temporada.

Durante la comida hablamos de los completos y le propongo a Erik ver El baile de la Victoria después del partido del Madrid.

Erik finalmente se va casa de su novia.

El clásico se cierra con una victoria inesperada.

Es el primer partido al que Matías le presta algo de atención.

Erik regresa el domingo y retomo la proposición de ver la película