Y, aunque estoy seguro de que si me afeito la barba aparento unos cuantos menos, pienso que 41 es una edad estupenda. De hecho, desde hace mucho tiempo tengo claro que lo mejor está por llegar.
El año pasado inauguré el casillero del 4 y la verdad es que de momento no hay rastro de eso que llaman la crisis de los 40 y que, al parecer, nos afecta sobre todo a los hombres.
Mi hermano hilvanó una maravillosa carta hablando del "vértigo": del tiempo pasado y también del que falta por llegar; de los que fuimos, de los que ahora estamos y de los que esperamos... de la familia que somos.
Del ayer me quedan los cumpleaños que mis padres organizaban esforzándose porque fueran siempre sorprendentes, siempre mágicos; me queda un puñado de regalos que todavía guardo: una montaña de libros, una guitarra, una radio despertador, el recuerdo de una Motoreta, un viaje a París...; me quedan sobre todo las cartas de mi madre, de mis hermanos, de mi cuñao y de mi Nathaly para celebrar todo lo que hemos vivido y lo que nos queda por vivir.
De pequeño quería saber y controlar lo que me iban a regalar para no desperdiciar la oportunidad de conseguir algo que quería; ahora lo que no quiero es desperdiciar la oportunidad de recibir una sorpresa.
A la hora en que escribo estas líneas aún me faltan felicitaciones que recibir y algún que otro regalo. La carta más bonita me llegó esta mañana, todavía entre las sábanas. Últimamente soy de llanto fácil, pero en soledad, así que las lágrimas de alegría me las guardé para un poco más tarde. No tengo ni la menor idea de los regalos que me llegarán esta noche, así que estoy tan feliz y contento esperando a que Nathaly salga del trabajo.
El regalo más importante de este año vive en su vientre y es por él que ahora le pido al cielo que me conceda otros 41más para poder acompañarlo en su camino, para contarle tantas, tantas cosas, para viajar, para jugar al fútbol, para llevarlo al Bernabeu, para enseñarle a leer, para verle crecer cada día junto a sus hermanos, para que llegue un día en que, con cualquier excusa, la mesa en el jardín sea enorme y reúna a todos sus tíos y primos en una fiesta improvisada; para verle cumplir los 40 sin rastro de la temida crisis de la edad. Nathaly dice que ella quiere un poco más, a mí ya me va bien despedirme un poco antes y dejarlo en sus manos, más bien dejarla a ella en las de él, que espero sean tan fuertes y cariñosas como lo son ahora las de su mamá.
Porque soñamos tanto con él, porque se lo pedimos tanto, porque tantos se lo pidieron por nosotros; nuestro hijo se llama Matías, su nombre significa regalo de Dios.
¡¡¡ MUCHAS FELICIDADES!!! Como ves, he llegado tarde. Me anoto la fecha para celebraciones futuras, y así, como mínimo, "seré puntual".
ResponderEliminarLo único malo es que durante tus 41 años el Madrid no ganará la Champions, pero a tí te espera una alegría muchísimo mayor, por eso a los demás nos tocará celebrar la 5ª Champions del Barça como premio de consolación...
Un fuerte abrazo!!!