Este domingo, 24 de mayo, poco después de que María Auxiliadora regrese a su iglesia Salesiana, después de recorrer el barrio; la Virgen del Rocío saldrá a la noche marismeña para ser llevada, entre la multitud, a recorrer su aldea. Coincide, este domingo también de elecciones, el día de María Auxiliadora y el de la Virgen del Rocío.
Otro año más que no estamos. Un año más que nos representa mi hermano. A pocas horas de empezar la Semana Santa, se fraguó, entre pizzas y cervezas, en la mini azotea de mi casa en Córdoba; la idea de hacer, en no mucho tiempo, un Camino del Rocío con la Hermandad del pueblo onubense de Manzanilla. Nathaly, convencida por la alegre exposición de un amigo de mi hermano y por ser el "camino" de sólo una par de jornadas; dio su aprobación. Así pues, queda convenido que alguno de los próximos años pondremos empeño en tomar vacaciones coincidiendo con El Rocío y con Matías, con mi hermano, puede que con mi madre, puede que también con Kevin y, quién sabe, si hasta Erik se apunte; haremos el "camino" desde y con Manzanilla.
La verdad es que, de haber estado este domingo en Andalucía, hubiésemos hecho un extraño "camino" con vuelta antes de tiempo y final en Córdoba, en el patio de mi colegio y las calles de S. Lorenzo.
Paso, sim embargo, este domingo 24 de mayo, lejos de María Auxiliadora, del Rocío y de las urnas. Lo paso grabando en la iglesia de Bjøkelangen el primer capítulo de un proyecto personal del que iré escribiendo, de a poco, en futuros capítulos.
El lunes, 4 de noviembre de 2013, publiqué un capítulo en este cuaderno virtual titulado: Camino del Rocío. Contaba, aquel 4 de noviembre de 2013, que acabábamos de terminar una nueva mudanza y que lo celebrábamos viendo otra vez esta película de Carmen Sevilla, Paco Rabal y Arturo Fernández, dirigida por Rafael Gil en 1966. Comentaba también que, aunque sería muy difícil de conseguir, me gustaría leer algún día la novela de Alejandro Pérez Lugin y José Andrés Vázquez en la que se basa la película.
En diciembre de 2013, pocos días antes del bautizo de Matías, en la puerta del Gran Teatro de Córdoba, antes de un glorioso concierto de Carlos Núñez; mi amigo Fernando me entregaba la novela deseada, conseguida en alguna tienda online de segunda mano. Guardé el librito, cuya imagen ilustra este capítulo, y me reservé su lectora para la semana previa al Rocío del 2014. Con algunos cambios, creo recordar de no mucha importancia, la película se ajusta bastante a la novela original. Reconozco que algunos pasajes me costó bastante entender el habla en la que se expresan los protagonistas. En general disfruté de su lectura y añoré, como cada año que va pasando, no poder estar haciendo el camino. Ahora el librito que me regaló mi amigo Fernando descansa en un hueco especial de mi modesta pared-librería comprada en Ikea. Allí descansa, junto a una edición de la Biblia de L.A. Schökel y Juan Mateos, una hucha de cerámica con la imagen de la Virgen que Erik nos regaló para que ahorrásemos para el futuro "camino" y un azulejo precioso de la Virgen que nos regaló mi hermano; esperando que cuando un día, confío no muy lejano, confirmemos que tenemos vacaciones, pasajes y hueco en una carriola de Manzanilla; yo le dedique una relectura o Matías empiece a extraviarse gustosamente por los recovecos de nuestra manera de ser y hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario