Ayer, sábado, el Real Madrid le ganó "el clásico" al Barcelona por 3-1. Los goles fueron de CR7, Pepe y Benzemá. Empezó marcando el Barça pero el Madrid demostró ser, a día de hoy, mucho más equipo. Tanto, que la segunda parte fue un auténtico baño. El Barcelona puede dar gracias de no haber salido del Bernabéu con un resultado mucho más escandaloso.
Hoy, domingo, podemos dormir un poco más por el cambio de hora. Despierto con la resaca del partido, con el paisaje inundado de agua por la semana de lluvias sin descanso que llevamos y con un viento huracanado que desaconseja salir a la calle.
La película de este domingo, como casi la de casi todos los domingos, es un clásico; un clásico moderno, todo un clásico de los 80 que ha elegido mamá. Y eso es lo mejor de todo: que hoy ha elegido mamá y yo he podido descansar de ese fatigoso trabajo que es elegir una película con intención de que interese, guste o atraiga a mamá y a tus hermanos. Poco después de desayunar, mamá ha dicho, con poca solemnidad, pero con bastante convicción; que hoy le gustaría ver Regreso al futuro. Lo único malo de estos repentinos deseos cinematográficos de mamá es que, normalmente, la película que elige no es tan fácil de encontrar. Pero, como una oportunidad así no se puede desaprovechar, de inmediato he subido al dormitorio y me he puesto a buscar el DVD. De la época en que grababa películas de C+ debo tener más de mil dvds distribuidos en un montón de archivadores de diferentes colores y tamaños. Después de más de media hora buscando, la dichosa película no apareció. Al final resultó que este deseo de mamá de ver hoy Regreso al futuro era, en realidad, un deseo del pasado. Hubo otro fin de semana en el que mamá expresó este mismo deseo cinematográfico. Es probable que yo consiguiese ubicar el dvd con bastante menos esfuerzo que hoy. Es seguro que el deseo de mamá quedó aplazado para un futuro más o menos próximo y con el aplazamiento el dvd quedó olvidado encima de unos libros en la estantería del salón. En un instante tan fugaz como brillante me viene a la memoria toda la secuencia que acabo de relatarte, querido Matías, y en un segundo encuentro los dos dvds de Regreso al futuro y su primera secuela.
Hace unos años, durante nuestras vacaciones de verano en Barcelona, en el cine Urgell de Barcelona proyectaron en maravilloso programa doble: Regreso al futuro + E.T. Conseguimos tres de las últimas entradas que quedaban para el segundo pase. El cine Urgel es (o era, de esto no estoy seguro) un cine de los de antes: enorme hall, ambigú con dos barras, inmenso patio de butacas con dos pasillos, platea y una pantalla inabarcable. En la puerta, una multitud de treintañeros se arremolinaba y hacía fotos junto a un Delorean antes de franquear las puertas del cine, que prometía un regreso al pasado cinematográficos de cuatro horas.
Acomodados ya en nuestras butacas, diminutos ante la inmensidad de la sala y la multitud que la llenaba, me encontré con un compañero de Media 3.14. Nos saludamos y le presenté a mamá y a Kevin, uno de los pocos niños de verdad que había entre el público. Después de las rituales preguntas por cómo sigue la vida y el trabajo aquí (Barcelona) y cómo me va la vida y el trabajo allí (Noruega), antes de despedirnos, miró a tu hermano Kevin y le preguntó si ya había visto alguna de las dos películas del programa doble. Kevin contestó que no. Mi compañero vaticinó un éxito seguro.
Quizá nunca tengamos la oportunidad de volver a ver Regreso al futuro como lo vimos aquella noche de "Phenomena": en un cine de los de antes, rodeados de un público efervescente que coreaba, aplaudía con desmesura, voceaba y hasta recitaba alguno de los diálogos. Quizá no volvamos a tener una oportunidad como aquella pero, querido Matías, el salón de casa tampoco es un mal escenario para volver a ver esta película imprescindible.
Mamá está rumbosa y terminada la primera propone un programa triple. Tenemos que conformarnos con ver sólo la segunda parte y esperar unos días hasta que consiga la que cierra la trilogía. Perfecta tarde, más oscura, de un domingo que nos dejó una hora más y la resaca de un "clásico" con sabor a victoria.
El lunes, 3 de noviembre, mamá llega a casa después de un curso en Oslo y yo la espero con Regreso al futuro III en el disco duro. Ahora que tenemos la trilogía completa, intentaré guardarla con cuidado y tenerla perfectamente ubicada hasta que un día del futuro mamá vuelva a tener un arrebato cinematográfico y proponga una tarde de domingo con programa triple de Regreso al futuro.
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