martes, 22 de diciembre de 2015

Navidad nórdica



     Este año toca Navidad en Noruega. Hace dos años, coincidiendo con el bautizo de Matías, tuve la suerte de pasarla en mi Córdoba de siempre, y el año pasado un poquito de Córdoba viajó a Bjørkelangen junto a mi madre. Pero este año, ni modo, toca Navidad nórdica, nórdica. Para ir haciéndome el cuerpo me he dedicado un miniciclo de películas que ya había visto y que, a qué negarlo, me apetecía ver de nuevo. El tema es obvio: Navidad nórdica. 

     Empiezo con la nueva versión del cuento tradicional noruego Reisen til Julestjernen (Viaje a la Estrella de Navidad). Una bonita historia para estos días con Reyes, princesas perdidas, brujas, malvados parientes y duendes. Matías aún es muy pequeño y pasada media hora, más o menos, deja de prestarle atención a la película. Yo, mientras él mira Pepa Pig en el iPad, la termino de ver y pienso que en un par de años volveré a programarla para mi pequeño en un nuevo ciclo casero de cine de Navidad. 




     De la segunda, A casa por Navidad, conservo un puñado de secuencias guardadas en la memoria. Es una de esas películas que desde hace algún tiempo me ha dado por calificar de imprescindibles. La secuencia inicial, situada en la guerra de Kosovo, cobra sentido en el último minuto de película. En medio unas cuantas historias que acontecen la noche de Navidad. Historias, en su mayoría tristes, protagonizadas por personajes fracasados. Historias muy nórdicas pero que, dejando a un lado el paisaje, no me costaría mucho imaginar en Barcelona o Madrid. Historias sencillas y complejas como los seres humanos. Historias que no juzgan, que buscan la reconciliación y que terminan por dibujar un cierto aire de esperanza.
     Erik ya está en la edad de ver esta película imprescindible, pero, como también está en la edad de no tener mucho tiempo para ver películas que su padrastro califica de imprescindibles, tendré que esperar a otra Navidad para, aprovechando un descuido suyo, sentarlo en el sofá y ponérsela. 



     
     Y la tercera y última película de este miniciclo es Rare Export. Un cuento gamberro de Navidad.     Y sí, la película es una gamberrada finlandesa que hecha por tierra el mito del bonachón Santa Claus y arroja una enorme taza de sal sobre la dulce Navidad. Pero además de gamberra y sin llegar a lo de imprescindible, es una buenísima película con algo de terror, algo de épica y algo de acción muy recomendable para familiares y amigos íntimos. En 2010 se llevo un puñadito de premios en el Festival de Sitges. Ahora que Erik empieza a estar en la edad de viajar solo, también es un buen momento para recomendarle pasarse por Sitges en la época del Festival. Seguro lo pasaría en grande. 



   

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