viernes, 6 de marzo de 2015

Coming home


   
     Ayer, querido Matías fue tu cumplemés 1.8. Este mes de febrero ha pasado deprisa entre la Noche de los Goya, la final de la Copa del Rey de baloncesto, la suspensión del Skøytefestival y la sorpresa que mamá me tenía preparada.
     Este mes querido Matías has crecido un poquito más: estás un poco más alto (eso se ve a simple vista), imagino que pesas unos gramos más (cosa fácil de imaginar, pero difícil de asegurar sin haberte llevado a la helsestasjon), comes un poquito más (muy poco, la verdad, a tu pequeña lista de alimentos preferidos: uvas, pasta, arroz, manzana, pan, mandarinas y aceitunas negras; sólo podemos añadir este mes la remolacha y los caramelitos pez); y hablas un poquito más (aunque, la verdad, es que no recuerdo ninguna palabra nueva que añadir a tu lista, pero sí que pareces entenderlo casi todo; y también, por gestos, gritos y fingidas caídas al suelo te haces entender a la perfección).
     Este mes has ido un poco más a la guardería (poco más, la verdad) y, por gestos, cuando te recojo de vuelta, me cuentas que los otros niños te han tironeado del pelo y te han pellizcado los cachetes (no sé porqué me da que tú no serás tan inocente como quieres hacernos creer con tu mímica). Nada grave, en cualquier caso. Las cuidadoras de la guardería no nos han dicho que haya algún problema, más bien todo lo contrario.

     Este mes el ipad ha empezado a formar parte de tu rutina y cada día te ponemos algunos vídeos de marionetas o canciones infantiles. Tú lo identificas con "Baaaa" la marioneta de una oveja que sale en uno de los primeros vídeos que te pusimos. Te gusta sentarte en tu silla, con el ipad en la mesa y, si es posible, con algunos gusanitos de maíz a tu alcance, y pasar un rato viendo a "Baaaa" y descubriendo nuevos sonidos y formas.
 
     Lo importante, querido Matías, más allá de los centímetros, los gramos, la comida y hasta las palabras es que se te ve feliz, aunque también empiezas a demostrar carácter y de vez en cuando te encabezonas con algo que quieres y chillas y te tiras al suelo en señal inequívoca de cabreo y protesta; lo importante es que te pasas el día corriendo y jugando y que tu risa es clara y contagiosa.
     Lo importante, querido Matías, es que todos los que te rodeamos te queremos hasta el infinito y más allá y que a mí se me cae la baba cada mañana cuando al despertar te giras, me buscas y, todavía medio dormido, me dices "papá, papá".




     Para celebrar tu cumplemés 1.8 te regalo este Coming home de Marit Larsen. Porque a mamá le gusta que de vez en cuando también te regale una canción noruega (y ésta lo es, aunque Marit Larsen cante en inglés), porque a Marit Larsen la grabé en un Desembertoner y porque, si Dios quiere, en un par de semanas estaremos llegando a casa, a mi, tu, nuestra otra casa.


                              

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