En palabra de Skármeta, el cartero le dijo al poeta que la poesía no pertenece al que la escribe, sino a quien la necesita.
Nos adueñamos de esta letra y melodía en la que Presuntos Implicados explican perfectamente cómo nos sentimos.
Mi pequeño tesoro se halla escondido
entre el monte y el valle que hay en mi ombligo.
Mi pequeño trocito de gloria
es el alba que anuncia una nueva historia.
Mi pequeño tesoro quiere ver cosas
y por el me despliego como una rosa.
Mi pequeño trocito de vida
es un ángel que viene a mí
de puntillas.
Hoy tenemos control con la Doctora Kinne, hoy vamos felices y tranquilos, en el camino a Lillestrøm nuestro bebé no ha parado de moverse. La doctora también está sonriente, ella ha compartido interminables segundos de nerviosismo y alguna que otra lágrima con nosotros.
Nuestro bebé parece saludarnos con su manita flaca, como si quisiera decirnos que todo va bien, que le esperemos con paciencia y tranquilidad.
Hoy tenemos permiso y ganas para grabar un vídeo pequeñito con el que poder recordar siempre cómo fueron estos días en que acudíamos nerviosos y esperanzados a la clínica de la Doctora Kinne, cómo fueron sus primeros movimientos y cómo era la sonrisa de su hermosa mamá.
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