viernes, 5 de febrero de 2016

Córdoba



     Hoy, 5 de febrero, celebramos tu cumplemes 2.7. Este mes te ha traído a ti, con algo de retraso, los regalos que los Magos de Oriente tuvieron a bien aconsejar a tu abuela Matilde y a tu tito-padrino Jose. A mí, también a mamá y a ti, pero especialmente a mí me ha traído disfrutar del mejor regalo de Navidad que mamá podía hacerme: viajar a Córdoba, mi casa, tu casa, nuestra casa, de mamá y los hermanos también; por una semana. 
     Así pues la foto con la que se inicia este capítulo está tomada en Gardemoen, el aeropuerto de Oslo. Allí corriste y disfrutaste como loco subiendo y bajando del avión de metal que han instalado para los chiquillos en una zona del aeropuerto. Tienes suerte de que a mamá y a mí nos guste llegar con tiempo de sobra para que los trámites de embarque no nos estresen y nos sobre tiempo para que podamos comer algo y jugar un rato contigo antes de subir al avión verdad. 

     La foto de abajo ilustra a la perfección el motivo principal de cada regreso: por mucho que nos guste Córdoba, por mucho que sea nuestra casa lo que de verdad nos mueve a volver y volver y volver cuantas más veces en un año mejor es poder hacernos esta foto con la familia. Este viaje en fecha atípica venía también especialmente motivado por el "sustillo" en forma de ictus que la abuela nos dio antes de Navidad. Por suerte parece que el susto no ha dejado consecuencias más allá de algo de preocupación y mucho de control con la tensión y la sal y el azúcar en las comidas. 
     Es obvio  que en la foto de abajo falta la tita Rocío y su familia, quizá algún día ellos también vivan en Córdoba y los motivos para visitar Barcelona sean sólo turísticos. 



   
     Algunas de las cosas que hemos visto, alguno de los lugares visitados, alguna de las situaciones que vivimos en este viaje en inusual fecha de regreso merecen un capítulo propio en este cuaderno virtual.
En este último mes has aprendido lo que es hacer algo por ti mismo, sin ayuda. La experiencia te ha gustado y te pasas el día diciendo "bebé lolo" cada vez que quieres hacer algo tú solo: comer, abrir un tarro, encender la televisión, subirte a una silla…
     Al salir de la guardería lo primero que hacemos cada día es buscar la Luna, cuando no aparece tú dices que "Luna er burte", que la Luna está desaparecida. También has aprendido la palabra noruega para decir que algo te duele; así cuando te das un golpecito dices que "bebé bunte", que al bebé le duele.
     Mamá sigue viéndote maneras de futbolista. En Córdoba, en nuestra plaza corres pateando las naranjas que el viento hizo caer de los naranjos antes de que los operarios del ayuntamiento las recojan para enviarlas a Inglaterra, donde prepararán con ellas mermelada de naranja amarga. El día que visitamos el Patio de los Naranjos, viendo trabajar a los recolectores, te empeñaste en echarles una mano y te pasaste un buen rato buscando un palito para poder sacar tú también las naranjas amargas y maduras con la denominación de origen más especial del mundo. 



     Pocos días antes del viaje de regreso a Noruega, cumplimos con lo que ya empieza a ser una tradición y te cortaste el pelo donde Javier, mi peluquero de juventud. En agosto, si Dios quiere, le haremos una visita doble: peluquería y cine de verano. 



     Hablando de cine, tu película favorita de este último mes ha sido, sin ninguna duda, el Tarzán de Disney. Lo pides con insistencia diciendo que quieres ver al bebé momo.




     La elección del tema que te regalo para celebrar este cumplemés 2.7 es muy fácil: rock aflamencado con el que el grupo Medina Azahara canta su amor por Córdoba.


                               

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